Los mejores trucos para cargar un coche eléctrico
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La recarga de un coche eléctrico va mucho más allá de enchufar y esperar. Con pequeños gestos y algo de planificación, es posible reducir los tiempos de carga, alargar la vida de la batería y ahorrar dinero. El responsable de la gama Taycan de Porsche, Kevin Giek, ha dado algunas claves para cargar de forma más rápida, eficiente y segura.
La carga bidireccional no dañaría significativamente la batería de los coches eléctricos
La movilidad eléctrica está transformando la forma en la que entendemos el acto de repostar energía. Si antes los conductores se debatían entre gasolina con o sin plomo o el octanaje ideal, hoy las conversaciones giran en torno a kilovatios, porcentajes de batería y estaciones de carga rápida. Aprender a recargar un coche eléctrico de manera eficiente es una habilidad que, con la experiencia, se convierte en una rutina sencilla y muy rentable.
Kevin Giek, vicepresidente de la gama Taycan de Porsche y un experto en vehículos eléctricos, ha compartido algunas recomendaciones que pueden marcar la diferencia entre una carga rápida y una larga espera innecesaria.
La regla del 10 por ciento: cuándo empezar a cargar
El primer truco clave es comenzar la carga con un nivel bajo de batería. Según Giek, el punto ideal ronda el 10 por ciento. Iniciar el proceso en ese margen permite aprovechar al máximo la potencia de carga disponible, especialmente en estaciones de corriente continua. Las baterías modernas mantienen una alta potencia de entrada cuando el nivel de carga es bajo, lo que se traduce en tiempos de espera más cortos.
De hecho, en condiciones adecuadas, es posible recuperar del 10 al 80 por ciento de la carga en menos de 20 minutos en modelos con tecnología de 800 voltios, mientras que los de 400 vienen a tardar el doble. Además, las nuevas generaciones de baterías, dotadas de sistemas de preacondicionamiento térmico, pueden mantener potencias de recagas altas incluso con temperaturas bajas, reduciendo significativamente los tiempos de carga en viajes largos o durante el invierno.
La regla del 80 por ciento: cuándo detenerse
Tan importante como saber cuándo empezar, es saber cuándo parar. A partir del 80 por ciento de carga, la velocidad de recarga disminuye considerablemente en un porcentaje alto de coches -no en todos-. Giek recomienda no obsesionarse con alcanzar el 100 por ciento si no es estrictamente necesario; más aún cuando cada kilovatio hora recibido en la fase final de la carga va a costarnos el mismo precio aún cuando llegue más despacio a la batería.
En trayectos diarios o etapas intermedias de un viaje, cargar hasta el 60 o 70 por ciento puede ser más eficiente que esperar a una carga completa. La razón es sencilla: los últimos puntos porcentuales requieren mucho más tiempo y la diferencia en autonomía no siempre compensa la espera. Lo ideal es aprovechar las paradas breves y, por la noche, completar la carga en casa con la más económica corriente alterna, lo que además ayuda a cuidar la batería a largo plazo porque no expone a la batería a sobrecalentamientos.
Planificar las paradas: el secreto del viajero eléctrico
Otro consejo esencial es utilizar herramientas digitales para planificar las recargas. Muchas marcas ofrecen aplicaciones que calculan el tiempo total del trayecto, considerando tanto la conducción como las pausas para cargar. En no pocos casos, dos cargas cortas resultan más rápidas y cómodas que una sola y prolongada que busque alcanzar el 100 por ciento.
Estos sistemas, además, acondicionan previamente la batería antes de llegar a la estación, asegurando que esté a la temperatura ideal para recibir la máxima potencia posible y, con ello, reducir aún más el tiempo de espera.
Elegir bien el punto de carga
No todas las estaciones ofrecen el mismo rendimiento. Es frecuente que un punto de carga rápida comparta la potencia total entre dos vehículos conectados al mismo poste. Así, si una estación anuncia 300 kW, puede que en la práctica cada coche solo reciba 150 kW o menos.
Por eso, conviene buscar estaciones donde cada punto disponga de potencia dedicada o evitar los momentos de mayor afluencia. De esta forma se asegura una carga más rápida y eficiente, especialmente en vehículos capaces de manejar potencias elevadas.
Asi, cargar inteligentemente no solo ahorra tiempo o dinero, también contribuye a mantener las prestaciones del vehículo y prolongar la vida útil de la batería
En definitiva, cargar un coche eléctrico no es simplemente enchufar y esperar. Requiere conocer algunas reglas básicas para disfrutar de una experiencia más rápida, eficiente y sostenible en cada trayecto.
Guía práctica del conductor eléctrico
En el día a día, hay otras circunstancias que pueden resultar definitivas en la experiencia de recarga. Las siguiente son algunas de ellas:
- Aprovechar la carga nocturna y las tarifas valle
Siempre que sea posible, carga el coche durante la noche aprovechando las tarifas eléctricas más bajas. Además de ahorrar dinero, este tipo de carga lenta con corriente alterna es más beneficiosa para la batería y ayuda a mantener su capacidad con el paso del tiempo.
- Acondicionar la batería antes de cargar
Si vas a realizar una carga rápida, es ideal precalentar o enfriar la batería antes de enchufar el coche, algo que la mayoría de los coches modernos ya hacen automáticamente al establecer una estación en el navegador. Esto garantiza una potencia de carga óptima y evita pérdidas de tiempo o posibles daños por temperaturas extremas.
- Evitar cargar al máximo de forma habitual
Lo ideal para el día a día es mantener la batería entre el 20 y el 80 por ciento de su SoC, lo que reduce la degradación de las celdas y prolonga su vida útil.
- Desenchufar cuando la carga ha terminado
Dejar el vehículo conectado innecesariamente, aunque la carga esté completa, puede mantener los sistemas auxiliares activos y consumir energía. Además, si son infraesctructuras de uso público, libera el punto de carga para otros usuarios.
- Planificar con antelación los trayectos largos
Antes de un viaje, revisa las estaciones disponibles en la ruta y ten siempre una alternativa de respaldo por si un punto no funciona o está ocupado. Las aplicaciones de movilidad eléctrica suelen actualizar en tiempo real la disponibilidad y potencia de cada cargador.
- Conducir eficientemente
No todo depende del enchufe: una conducción suave y anticipada reduce el consumo energético y permite espaciar las recargas. Aprovechar la frenada regenerativa también ayuda a recuperar autonomía.
- Comprobar el estado del cable y el conector
Mante limpio y en buen estado los conectores para asegurar una carga más estable y prevenir fallos. Evita usar cables mal doblados o expuestos al sol de prolongadamente.
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