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Hace siete años que Mercedes inventaba la Clase GLC, recogiendo el testigo del efímero GLK, un SUV que sólo tuvo una generación. Con este GLC la marca alemana incorporaba al mercado un SUV medio -para ella, compacto- que venía a ser el equivalente a una Clase C en tanto que compartía con ésta bastidor, transmisiones y motores, por ejemplo.
Ahora, Mercedes presenta la segunda generación de este GLC con, sobre todo, una revisión de sus sistemas de propulsión, la promesa de mayor confort y agilidad gracias a un nuevo desarrollo de suspensiones, también con las mejoras inherentes en maniobrabilidad y estabilidad que aporta la dotación la posibilidad de contar con dirección en el eje trasero, las aportaciones en torno al MBUX, una nueva generación de ayudas a la conducción o mejoras en el equipamiento de confort y aislamiento.
La carrocería del nuevo GLC tiene una longitud de 4,72 m de largo, 1,89 de ancho y 1,64 de alto, es decir, es 6 cm más larga y 4 cm más baja que la de su predecesora, con una distancia entre ejes que ha aumentado 1,5 cm. Este crecimiento debe trasladarse a los ocupantes de las plazas traseras en forma de espacio longitudinal, mientras que no hay grandes variaciones en otras cotas de habitabilidad. En cuanto al maletero, el volumen de carga del nuevo modelo es de 620 litros, lo su supone un incremento de 70.
En lo que respecta a los sistemas de propulsión, en el GLC siempre son híbridos, vinculados a la caja de cambios automática 9G-Tronic y a la tracción total 4Matic.
El máximo grado de hibridación es el de las versiones enchufables, dos de gasolina y una Diesel, las GLC 300e, GLC 400e y GLC 300de con, respectivamente, 204, 252 y 197 CV de sus motores de combustión y 100 kW (136 CV) del eléctrico, de modo que la combinada es de 313, 381 y 335 CV. En todos los casos, con una batería de 31,2 kWh se consiguen autonomías eléctricas superiores a los 100 km, con un máximo de 117 en el caso del Diesel.
Los microhíbridos de 48 voltios con un motor eléctrico de apoyo al térmico -un alternador arrancador integrado de segunda generación- son los de las versiones GLC 200, GLC300 y GLC 220d, con un total de 204, 258 y 197 CV.
En el chasis, Mercedes ha revisado las suspensiones en tanto que están equipadas con un sistema de amortiguación variable y la opción de muelles neumáticos, que son de serie en el caso de los híbridos enchufables en el eje trasero. Otro equipo opcional es el paquete Offroad que aumenta 2 cm la altura libre respecto al suelo y dota al GLC de placas de protección. También hay un tren de rodaje deportivo ligado al AMG Line Exterior.
También es un extra la dirección en el eje trasero y que puede cambiar el ángulo de orientación de estar ruedas hasta 4,5º. Así, por ejemplo, se consigue un giro de 180º en tan sólo 11 metros ya que las ruedas pueden girar en sentido contrario a las delanteras por debajo de 60 km/h; por encima de esta velocidad lo hacen en el mismo sentido para incrementar la estabilidad.
Entre los sistemas de ayuda a la conducción mejorados están el sistema activo de distancia Distronic, que puede reaccionar con coches detenidos en la calzada; el de dirección, que ayuda a mantenerse en el carril cuando se circula por debajo de 210 km/h y, ahora, reconoce mejor los carriles y se mantiene más eficazmente en el centro de estos; el asistente de señales de tráfico, que incluye semáforos; o el paquete de aparcamiento con cámara de 360º.
En cuanto al confort, Mercedes reivindica un importante trabajo en la hermetización e insonorización, así como en la reducción del Cx del GLC, que ahora es de 0,29 -antes 0,31; también en la dotación de asientos con función de masaje ampliada en opción o la creación de hasta siete programas de confort, incluyendo también un renovado sistema de purificación del aire. Así se combinan desde la iluminación a la climatización para conseguir la atmósfera más adecuada al estado anímico del conductor.
En la digitalización del habitáculo es clave el sistema de infoentretenimiento MBUX. Así, la función Smart Home permite administrar desde el GLC dispositivos del domicilio o la Newflash ayuda a realizar una selección personalizada de noticias de diferentes sectores que el MBUX puede leer durante un máximo de dos minutos. Además, se produce la integración de proveedores de música en streaming y, en opción, el sistema puede ofrecer realidad aumentada para la navegación usando una cámara para registrar imágenes sobre las que se superponen los objetos virtuales.
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