Hyundai ha revelado el diseño de su futuro Kona, la que será la segunda generación del SUV de menor tamaño de su familia hasta la llegada del Bayon. La primera, que tiene una longitud de 4,21 m, fue lanzada comercialmente en 2017, y la futura, lista para 2023, crecerá hasta los 4,36 m de largo, si bien mantendrá su orientación netamente urbana. Ser más grande por fuera, en tanto que también aumenta 2,5 cm la anchura -será de 1,83 m- y 6 la distancia entre ejes -2,66 m-, le permitirá ampliar su espacio habitable. También reducir la distancia de tamaño respecto a otros SUV más grandes como el Kia Niro, Seat Ateca…

Como su antecesor, el próximo Kona dispondrá de una amplia variedad de motores, en todos los casos con la misma plataforma como punto de partida. Así, está confirmado que habrá cuatro variantes: una totalmente eléctrica, un híbrido en paralelo, una versión con motor de combustión, presumiblemente de gasolina y microhibridada; y una deportiva con el sello N Line. También el aspecto será muy parecido, con lógicos matices de diferenciación, entre unas y otras.

La familia del futuro Kona estará formada por cuatro versiones con diferentes sistemas de propulsión. Aunque la plataforma y el diseño base ese el mismo, habrá sutiles diferencias en el aspecto de cada una de ellas.

Modelos como el mismo Bayon o el monovolumen Staria han adelantado ya frontales minimalistas y con faros muy estrechos que, por otro lado, en el Kona permitirá depurar la aerodinámica. El uso de píxeles paramétricos también aportará un aspecto tecnológico y distintivo que estará presente en el eléctrico de este Hyundai.

En la trasera se utilizará una iluminación "coast to coast" en todas las versiones del futuro Kona.

Las superficies paramétricas también aparecen en los pliegues diagonales de los laterales, creando un contorno que envuelve a este SUV, mientras que en la trasera aparece una luz horizontal que une ambos pilotos y se integra en la moldura del spoiler.

En el eléctrico también habrá detalles de píxeles en la parrilla delantera y el parachoques posterior, además de llantas de 19” con un diseño inspirado en estos píxeles y una línea de cintura negra tono que, opcionalmente, también alcanzarán al techo o las carcasas de los retrovisores.

El crecimiento del Kona a lo largo lo separa en mayor medida que el actual del Bayon, el SUV más pequeño de Hyundai.

Por su parte, la versión híbrida y la que tiene un motor de combustión comparten el diseño de parachoques y cubrecárter, así como se distinguen por los pasos de rueda en negro.

En cuanto a la N Line tiene, como el EV, retrovisores y techo negros en opción, un alerón trasero más marcado, parachoques de aspecto más agresivos, silenciador doble y estribo lateral plateado, así como llantas de 19” distintivas.

De puertas adentro Hyundai propone un aspecto con líneas mucho más limpias que subraye la sensación de amplitud. Un estilo ya ejecutado con éxito en el Ioniq 5, por ejemplo.

En el interior la información llegará a través de una doble pantalla de 12,3” y el selector del cambio se situará tras el volante, lo que permitirá contar con un módulo central despejado y aportará sensación tecnológica.

A lo largo de los próximos meses, Hyundai irá desvelando más detalles de sus futuros Kona.