Alerta por temor a nuevas manifestaciones neofascistas en Italia

concentraciones contra el pase covid

El Gobierno trabaja en un plan de seguridad para prevenir actuaciones violentas tras los graves disturbios del pasado sábado en Roma

Fuertes enfrentamientos en Roma entre la Policía y los antivacunas y neofascistas

Enfrentamientos entre la Policía y miembros de grupos de ultraderecha.
Enfrentamientos entre la Policía y miembros de grupos de ultraderecha. / EFE
EFE

11 de octubre 2021 - 12:40

Roma/Italia teme nuevas manifestaciones violentas encabezadas por antivacunas y neofascistas, como las del pasado fin de semana, ante la obligatoriedad el próximo día 15 del certificado sanitario para trabajar y otras citas, como la cumbre de jefes de Gobierno del G20, a finales de mes, por lo que el Ministerio del Interior analizará la situación el próximo miércoles.

El pasado sábado se habían convocado protestas en varias ciudades contra la obligación del certificado sanitario, pero en ciudades como Roma la convocatoria fue mayor de la esperada, con 10.000 manifestantes, según medios locales, y la infiltración de militantes del movimiento neofascista Forza Nuova acabó con enfrentamientos con la policía y el asalto a la sede nacional del sindicato mayoritario del país, el CGIL.

Además, durante la noche, una treintena de manifestantes también asaltaron el servicio de Urgencias del hospital Umberto I, donde se encontraba detenido uno de ellos. Tras todos estos violentos incidentes, fueron detenidas 12 personas, incluidos el líder nacional y el de Roma de Forza Nuova.

A tenor de la situación, la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, ha organizado este miércoles una reunión en la que participará el delegado de Gobierno en Roma, Matteo Piantedosi, para preparar un plan de seguridad a partir del próximo día 15, según los medios.

Además, el jefe de Gobierno, Mario Draghi, que este lunes visita la sede del CGIL, tiene previsto impulsar medidas para limitar al máximo las manifestaciones, según adelanta el Corriere della sera.

Sólo se podrán autorizar "con garantías reales de respeto a las normas por parte de los organizadores" y "si se considera que no existen condiciones para garantizar la seguridad, se debe prohibir el evento, impidiendo de cualquier forma que quienes hayan presentado una solicitud puedan salir a la calle de todos modos", señala.

Según el diario milanés, Draghi y Lamorgese han evaluado en las últimas horas lo ocurrido el sábado en Roma, donde se cometieron errores y se subestimó el peligro, ya que el dispositivo de seguridad estaba preparado para una concentración de cerca 3.000 personas y las fuerzas del orden tuvieron que enfrentarse a 10.000 manifestantes fuera de control.

El diario La Repubblica apunta que "no hay duda que el intento de asalto a la sede de la jefatura del Gobierno y los daños al CGIL fueron premeditados" y que los fascistas tenían como objetivo "replicar el asalto al Capitolio ocurrido en Estados Unidos" .

Para el ministro de Trabajo, Andrea Orlando, la violencia del sábado "tenía una matriz más tradicionalmente fascista" y que "probablemente sea totalmente indiferente al certificado sanitario, pero prueba que utilizan escusas, como los campamentos de gitanos o los migrantes para atacar las instituciones democráticas", afirmó este lunes en el diario Corriere della Sera.

Pero también destacó que en la manifestación había personas "contra los cierres, contra las vacunas, gente asustada, víctimas de teorías de conspiración, y probablemente también hubo una cuota de trabajadores, conquistados por narrativas negacionistas que ven el 15 de octubre como un momento en el que se verán obligados a dar un paso que consideran peligroso para ellos y sus hijos".

Exigen ilegalizar los movimientos fascistas en Italia

Italia se plantea la necesidad de ilegalizar los movimientos neofascistas, que en estos momentos se nutren del malestar por la pandemia. El primero en lanzar el órdago fue el secretario general del mayor sindicato del país, la CGIL, Maurizio Landini, cuya sede nacional fue atacada el pasado sábado. "Todas esas formaciones que se identifican con el fascismo deben ser disueltas. Es el momento de decirlo claramente", indicó el líder sindical ante cientos de personas que se congregaron a las puertas de la sede coreando el himno partisano Bella ciao.

Estas acciones de la extrema derecha han suscitado la indignación y la condena de la política italiana, pues como han apuntado numerosos expertos, recuerdan a tiempos pasados. Italia asistió a la fundación del Fascismo de Benito Mussolini hace un siglo, en 1919, un movimiento que dio sus primeros pasos con el hostigamiento a los sindicalistas y que, tras llegar al poder en 1922, llevó al país al desastre de la II Guerra Mundial.

Landini, arropado por cientos de correligionarios, aseguró que lo del sábado fue "un ataque a la democracia" y "una ofensa a la Constitución" republicana que surgió tras la caída del régimen y que de hecho prohíbe en sus disposiciones finales la reorganización "bajo cualquier forma" del Partido Fascista. Por esa razón convocó una manifestación nacional el próximo sábado bajo el lema Mai più Fascismo (Nunca más fascismo).

Su propuesta de ilegalizar este tipo de organizaciones, que cabalgan ahora el descontento por la pandemia, como lo hicieron entonces por el malestar de la Primera Guerra Mundial, ha sido secundado por varios políticos de la izquierda italiana.

El ministro de Trabajo y Políticas Sociales, Andrea Orlando, consideró que la propuesta de Landini "tiene elementos de fundamento significativos" porque, a su parecer, se deben "construir instrumentos para defender la República y la democracia de un modo más eficaz". Por su parte, el diputado del Partido Demócrata (PD), Emanuele Fiano, a menudo objeto de ataques por su ascendencia judía, avanzó que el lunes presentará una moción urgente en la Cámara de Diputados para pedir la disolución de los movimientos fascistas.

La misma exigencia llegó de la Asociación Nacional de los Partisanos de Italia (ANPI) que, como muchos otros políticos, parafraseó al expresidente Sandro Pertini, emblema del antifascismo: "El fascismo no es una opinión, sino un crimen".

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