Incertidumbre política en Argentina por la muerte de Kirchner
El ex presidente era considerado el político más influyente del país y manejaba una fuerte red de poder desde el gobierno, en el que funcionaba un "matrimonio presidencial".
La sorprendente muerte del ex presidente Néstor Kirchner, hombre fuerte del gobierno de su esposa Cristina Fernández, abrió un horizonte de incertidumbre y conmoción en la política de Argentina a un año de las elecciones generales. Kirchner era considerado el político más influyente del país y manejaba una fuerte red de poder desde el gobierno, en el que funcionaba un "matrimonio presidencial", según señalaban los analistas.
Su fallecimiento abre interrogantes en numerosos aspectos políticos del país, que abarcan desde cómo continuará su gestión la mandataria sin el apoyo de su esposo, la repercusión que tendrá en el Partido Justicialista (PJ, peronista) la ausencia de su presidente y cómo se definirá el escenario político de cara a los comicios de 2011. La candidatura oficialista se iba a dirimir entre Néstor y Cristina Kirchner, según habían confirmado en los últimos días varias voces cercanas al poder. Todo dependería de la aceptación popular que recibieran uno u otra más cerca de las elecciones.
En la acera de enfrente ya se había plantado el peronismo disidente, con el ex presidente Eduardo Duhalde, el senador Carlos Reutemann y el diputado Felipe Solá, entre otros peronistas con aspiraciones presidenciales. ¿La presidenta buscará ahora su reelección o dará pie a la postulación de quien es considerado el delfín político de Kirchner, el gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli? Scioli, fiel a la pareja presidencial pese a los numerosos problemas que los enfrentó, había desatado un debate interno al dejar entrever su aspiración presidencial aunque eso significara una ruptura con el kirchnerismo.
Se abre asimismo la pregunta acerca de si el peronismo cercano al kirchnerismo mantendrá su alineamiento con el gobierno. También sobre cómo actuará en adelante el sindicalismo y el líder de la central obrera oficialista CGT, Hugo Moyano, cuyo poder político fue creciendo en los últimos tiempos aunque el reciente crimen de un militante político de izquierda durante un enfrentamiento gremial empañó su imagen.
Al margen del debate que seguramente se desatará de cara a las elecciones, Fernández de Kirchner deberá afrontar la gestión inmediata, con un escenario de crecimiento económico acechado por una creciente inflación que según los economistas independientes podría alcanzar este año entre un 20 y un 25 por ciento. El gobierno perdió en 2009 las mayorías propias en el Congreso pero no por eso perdió la iniciativa política, e incluso vetó leyes que no compartió. Mantiene una relación tensa con los sectores productivos, que se vieron beneficiados por la sustitución de importaciones pero afectados por la pérdida de competitividad del peso y las políticas de intervención en los distintos mercados.
Néstor Kirchner condujo la recuperación de la Argentina tras la profunda crisis interna de 2001. Años después, su esposa logró mantener al país a salvo de la debacle financiera internacional. Los próximos tiempos no serán sencillos, pero Cristina Fernández de Kirchner tiene por delante quizás su mayor desafío como estadista. Según el analista político Rosendo Fraga, "hasta el último momento él (Néstor Kirchner) se encargó de hacer evidente que era quien ejercía realmente el poder y no su esposa". "Ella nunca lo rechazó, nunca buscó generar un espacio propio de poder ni en lo simbólico. Ella ocupa ahora el centro de la escena y tiene la oportunidad de ejercer el poder por sí misma, un año antes de las elecciones y a trece meses de que termine su mandato".
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