En medio de una total conmoción Israel enterró ayer en un multitudinario funeral a los tres jóvenes asesinados en Cisjordania presuntamente por un comando de Hamas, que a su vez se prepara para una posible respuesta militar israelí aún por decidir.

Mientras, en Cisjordania, dos palestinos murieron en enfrentamientos con fuerzas israelíes que peinaban sus localidades en busca de los dos principales sospechosos del caso.

La primera reacción del Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, al hallazgo el lunes de los cadáveres de los tres jóvenes fue una treintena de bombardeos aéreos sobre distintos blancos islamistas en Gaza, aunque el Ejército los atribuyó al lanzamiento de una veintena de cohetes palestinos en las últimas 24 horas.

Los testigos indicaron que cazabombarderos israelíes atacaron objetivos militares del grupo radical Yihad Islámica y del movimiento islamista Hamas, al que Israel acusa del asesinato y secuestro de Eyal Yifrach, de 19 años, Gilad Shaer y Naftali Frenkel, de 16.

Al menos cuatro personas resultaron heridas en los ataques de la aviación y la armada israelíes contra 34 posiciones islamistas en la Franja palestina, informaron fuentes oficiales.

Según Ashraf al Qidra, portavoz del servicio de Emergencia de Gaza, los cuatro palestinos sufrieron heridas entre moderadas y graves en un bombardeo contra uno de los antiguas colonias judías en el interior de la Franja.

Sin embargo, este ataque es atribuido por el Ejército al lanzamiento de al menos 18 cohetes contra Israel en las últimas 24 horas, y no a una posible respuesta por el asesinato de los tres adolescentes.

El hallazgo de sus cadáveres en un descampado próximo a la ciudad cisjordana de Hebrón desató una frenética búsqueda de los dos sospechosos, Amer Abu Aysha, de 33 años, y Marwan Kawasme, de 29 años.

Conocidos miembros de Hamas, ambos faltan de su casa desde la fecha que los tres jóvenes desaparecieron e Israel los acusa desde el primer día de la planificación y ejecución de su secuestro.

Las redadas en Yenin y Hebrón desencadenaron fuertes enfrentamientos entre manifestantes palestinos y fuerzas militares israelíes, en los que murieron dos personas. Una de ellas es un menor palestino de un campo de refugiados próximo a Yenin, que murió de un balazo en el pecho.

Una portavoz del Ejército israelí confirmó que los soldados entraron en el campo y dispararon con fuego real contra un supuesto miembro de Hamas que trató de lanzarles una granada.

Otro palestino murió por disparos del Ejército israelí en un enfrentamiento en Hebrón.

El ambiente de luto en Israel se entremezcló con las peticiones de venganza por parte del ala más radical del Gobierno de Netanyahu, que participó ayer en los funerales. Las familias acordaron que los tres fueran sepultados juntos en la ciudad de Modiín.

Tras la ceremonia, Netanyahu convocó de nuevo a sus ministros más destacados para seguir debatiendo la respuesta a dar.

Aunque aplaudieron la acción, los líderes de Hamas desmintieron estar involucrados y acusaron a Israel de querer justificar una nueva ofensiva militar en Gaza.