La cumbre de los cambios comienza con grandes ausencias
El cónclave de jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos, que este año acoge Panamá, será ahora bienal
Los cancilleres de los países iberoamericanos prepararon ayer los documentos que serán aprobados por los mandatarios partiendo de un acuerdo general para convertir las cumbres en bienales, pero con diferencias sobre la financiación de la Secretaría General Iberoamericana (Segib).
La reunión tuvo lugar cuatro horas antes de la inauguración oficial, a las 2:00 hora española, de la XXIII Cumbre Iberoamericana, que se desarrolla ayer y hoy con notables ausencias, entre ellas las de don Juan Carlos y los presidentes de Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Chile, Uruguay, Guatemala, Venezuela y Cuba.
Los cancilleres dieron luz verde a los documentos que habían sido preparados en los meses anteriores a la cumbre y ultimados el jueves por los coordinadores nacionales.
Analizaron el texto de la Declaración de Panamá, que recoge una serie de compromisos generales en cuatro apartados, política, economía, asuntos sociales y cultura; un Plan de Acción, la Resolución sobre la Renovación de la Conferencia Iberoamericana y una decena de comunicados sobre asuntos puntuales propuestos por diversos países.
España va a ofrecer a los países iberoamericanos la posibilidad de compartir espacios en sus sedes diplomáticas en aquellos países en los que no tengan embajadas.
El texto central de la Cumbre de Panamá gira en torno a la Resolución sobre la Renovación de la Conferencia Iberoamericana, que fija los cambios que serán introducidos en el único foro que reúne anualmente a los jefes de Estado y de Gobierno de los países de América Latina, España, Portugal y Andorra.
Hay un acuerdo total sobre la transformación de los encuentros en bienales a partir de 2015, ya que el próximo año se celebrará la última cumbre anual en la ciudad mexicana de Veracruz.
El otro aspecto relevante es la reestructuración de la Secretaría General Iberoamericana, el órgano coordinador de las cumbres puesto en marcha con sede en Madrid en 2005 con el político y economista uruguayo Enrique Iglesias al frente. Iglesias, de 83 años, dejará la Segib en los próximos meses y la comunidad iberoamericana busca a su sucesor, aunque previsiblemente su nombre no saldrá de la cita de Panamá, ya que la presidencia y país anfitrión desea posponer ese asunto para que no eclipse el resto de temas.
De momento, sólo el nombre de la política costarricense Rebeca Grynspan, de 57 años, suena para suceder a Iglesias. Grynspan es secretaria general adjunta de la ONU y administradora asociada del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) desde febrero de 2010. Fue también vicepresidenta de su país y ministra de varias carteras, por lo que tiene la experiencia que requiere el cargo.
Los mandatarios, según fuentes concordantes, dejarán ese tema para que lo solucionen los cancilleres en los próximos meses, aunque no se excluye totalmente que pueda decidirse en Panamá.
Otro asunto que dejarán para más adelante es el reparto de las cuotas de financiación de la Segib, que tiene un presupuesto anual de 7 millones de euros, que en la actualidad asume la mayor parte España, con el 60%, Portugal aporta un 10%, y los países de América Latina el restante 30%.
Fuentes de la organización confirmaron a Efe que los mandatarios darán luz verde a la creación de un Grupo de Trabajo que se ocupará en los próximos meses de establecer un mecanismo para un nuevo reparto de las cuotas de modo que se vaya a un reequilibrio que rebaje la aportación de España y Portugal y suba la de Latinoamérica.
El reequilibrio de la financiación de la Segib entraría en vigor a partir de 2015, según el borrador de la Resolución sobre la Renovación de la Conferencia Iberoamericana, el documento que deben aprobar los jefes de Estado y Gobierno, al que tuvo acceso Efe.
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