Oriente Próximo

Las fuerzas israelíes anuncian la muerte de un alto cargo de Yihad Islámica

Familiares de un palestino fallecido lloran durante su funeral en Tulkarem, en Cisjordania.

Familiares de un palestino fallecido lloran durante su funeral en Tulkarem, en Cisjordania. / ALAA BADARNEH (Efe)

Fuerzas israelíes continuaron este viernes con los ataques por tierra, mar y aire sobre Gaza, causando la muerte al menos a 142 palestinos, y aseguraron que el jueves mataron a un alto cargo de la Yihad Islámica.

"Tropas terrestres, aéreas y navales del Ejército israelí hicieron actividades operativas conjuntas" en la Franja, dijo un portavoz militar. Según remarcó, el jueves, Wael Abu Fanounah, "miembro de alto rango de la Yihad Islámica, fue eliminado durante un preciso ataque aéreo dirigido por el Comando Sur".

Las fuerzas israelíes acusan a Abu Fanounah de haber sido "jefe adjunto de las operaciones de guerra psicológica de Yihad Islámica", y "ocupó varios cargos dentro de las filas del grupo terrorista".

Entre ellos, aseguran, fue "asistente del comandante de Yihad Islámica en la región norte de la Franja, Khalil Bahtini".

"Abu Fanounah fue responsable de publicar vídeos de los ataques con cohetes de la Yihad Islámica contra Israel, y de la creación y distribución de documentación sobre los rehenes israelíes como parte de la guerra psicológica emprendida contra la población israelí", dice el Ejército.

A su vez, "las tropas y las fuerzas navales del Ejército continúan llevando a cabo actividades operativas conjuntas en la Franja de Gaza, incluidos ataques aéreos precisos", y los barcos del Ejército "siguen ayudando a las tropas terrestres con ataques desde el mar".

Por otro lado, el Ejército informó de que siguió habiendo ataques y combates en el área central de Gaza, donde las tropas continúan llevando a cabo operaciones.

En el norte de la Franja -zona donde Israel dijo que desmanteló por completo la infraestructura militar de las milicias-, "fuerzas aéreas y terrestres combinadas se enfrentaron y mataron a varios terroristas armados", una muestra de que en el área sigue habiendo focos de resistencia.

La guerra entre Israel y Hamas estalló el 7 de octubre tras un ataque del grupo islamista que se saldó con 1.200 muertos en territorio israelí y la toma como rehenes de al menos 240 personas.

Desde entonces, la ofensiva militar israelí sobre Gaza ha causado más de 24.600 muertes confirmadas entre palestinos, el 75% de ellos niños, mujeres y ancianos, mientras que se calcula que unas 8.000 personas están sepultadas y muertas bajo escombros de edificios destruidos, en un paisaje de devastación sin precedentes que según expertos no se veía prácticamente desde la Segunda Guerra Mundial.

Entre las filas del Ejército israelí también murieron 194 soldados desde el inicio de su invasión terrestre el 27 de octubre, mientras que la crisis humanitaria en Gaza se va agravando por la escasez de comida, agua potable, suministros básicos o combustible. Los centros médicos están sin servicio o funcionan al límite, y las condiciones malas de higiene y hacinamiento están propagando las epidemias.

A su vez, los desplazados internos rozan los dos millones, más de un millón de ellos concentrados en el área de Rafah en el sur, y unos 800.000 gazatíes siguen en la zona norte casi sin acceso a comida o asistencia básica, lo que hizo que la Media Luna Roja Palestina exigiera que se cree "un corredor humanitario seguro".

Maltrato a los detenidos

Por otro lado, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos indicó este viernes que algunos de los detenidos palestinos en Gaza, tras sufrir torturas y maltratos, son puestos en libertad sin la adecuada ropa para soportar las temperaturas invernales, casi desnudos y a veces sólo con los pañales que les imponen durante la detención.

Los liberados "relatan que han sido apaleados, humillados, maltratados y sometidos a abusos que podrían ser considerados tortura", señaló por conferencia virtual desde Rafah, en el sur de Gaza, el jefe de la oficina de la ONU en los Territorios Palestinos, Ajith Sunghay.

El responsable local, que se ha reunido en Gaza con palestinos puestos en libertad tras periodos de detención de entre uno y dos meses, señaló que algunos de ellos cuentan que tuvieron los ojos vendados durante varios días, o que sólo pudieron ducharse una vez durante todo el cautiverio.

Sobre la posibilidad de que muchos de ellos fueran detenidos en la instalación usada para interrogatorios por las fuerzas israelíes en una universidad de la capital de Gaza y que ellas mismas destruyeron esta semana, Sunghay reconoció que ninguno de ellos supo realmente dónde se encontraba detenido, ya que eran trasladados con vendas en los ojos.

"Lo que me han contado es consistente con los informes que nuestra oficina ha acumulado sobre la detención de palestinos a gran escala en prisiones secretas, incluidos muchos civiles. Víctimas de maltrato sin acceso a parientes, abogados o una protección judicial efectiva", afirmó en rueda de prensa para los periodistas acreditados ante la ONU en Ginebra.

Tampoco a las familias se les informó sobre el paradero de los detenidos, agregó el miembro de la oficina dirigida por el alto comisionado Volker Türk.

"Israel debe tomar medidas urgentes para garantizar que estos detenidos son tratados en línea con las normas internacionales humanitarias y de derechos humanos, notablemente en lo que se refiere a respeto al debido proceso", subrayó.

También reclamó la liberación de los aún detenidos "si Israel no puede demostrar imperativos de seguridad para no hacerlo", e investigar todas las sospechas de tortura o maltrato, tomando acciones para evitar que estos abusos se repitan.

"La víctimas y sus familiares tienen derecho a la verdad, la justicia y la reparación", afirmó Sunghay.

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