Han tenido que pasar diecinueve ediciones para que la Bienal de Sevilla le deje un hueco en su programación a los tablaos sevillanos. Algo llamativo siendo el festival que pretende que la capital andaluza sea el epicentro mundial del flamenco -y que bajo la batuta de su director actual aboga especialmente porque este ambiente perdure todo el año- y éstos los únicos espacios que mantienen un calendario anual de espectáculos en esta ciudad que presume de cuna a falta de cama.

Así, Cristóbal Ortega presentó ayer en rueda de prensa junto al director del Tablao El Arenal, Francisco Fernández, la directora del Tablao Los Gallos, Blanca Núñez de Prado, y la del Patio Sevillano, Ruth Majo Cortés, el proyecto Tablao con el que el cantaor Arcángel regresa al formato original con el que se concibió y grabó su disco homónimo, tras una gira con la que ha recorrido lugares patrimoniales de toda Andalucía y el Teatro Real de Madrid.

En este sentido, el artista asegura que no se imaginaba "otra forma de estar en esta Bienal que no fuera así, en los tablaos", logrando al fin hermanar iniciativas que, si bien trabajan por la promoción y difusión del flamenco, nunca antes se habían asociado.

Por su parte, los gerentes de estas salas coinciden en que en los últimos años han vivido "alejados de los sevillanos", dirigiendo sus propuestas casi en exclusiva al turista. Por un lado, porque es un público fiel, con casi 60.000 espectadores anuales, en el caso del Arenal y Los Gallos, y el doble en el del Patio Sevillano, y por otro, porque "han estado durante mucho tiempo estigmatizados en el flamenco y era hora de darles el sitio que merecen", advierte Arcángel.

Y ello a pesar de que prácticamente todas las primeras figuras han pisado estos escenarios: "Trini España, El Güito y Antonio Mairena fueron los que inauguraron el nuestro en el 66", recuerda Núñez de Prado. Y de que además, como resaltan todos, han sido y son "la plataforma de nuevos artistas" que, en muchos casos, siguen pisando sus tablas después de haber triunfado por la seguridad económica que les ofrece y el encanto especial que les brinda al tener que probarse cada día ante el público de una forma directa, como es el caso de Rosario Toledo, Rafael Campallo o Mercedes de Córdoba a los que se les puede ver igual en Los Gallos que en los teatros.

La intención ahora, por tanto, es que esta línea de colaboración sirva para que "los tablaos no sólo formen parte de la historia pasada del flamenco, sino también de la actual, convirtiéndose en comunicadores del futuro", manifestó Ortega. Del mismo modo, persiguen que "la gente pueda familiarizarse con el tablao y tenga una relación más asidua", plantea Arcángel.

De momento, el cantaor abre las puertas a esta sinergia este sábado en Los Gallos, el 17 en El Arenal y el 24 en el Patio Sevillano. En los tres recitales Arcángel, acompañado de Dani de Morón a la guitarra, Patricia Guerrero al baile y Los Mellis a las palmas, ofrecerá a los asistentes una experiencia flamenca exclusiva, cantando el repertorio de su último álbum para un aforo reducido de poco más de cien personas y sin microfonía.