De las calles a los palacios

ARTEMANDOLINE | CRÍTICA

Artemandoline ante el soberbio retablo de Santa Clara.
Artemandoline ante el soberbio retablo de Santa Clara. / Luis Ollero
Andrés Moreno Mengíbar

13 de noviembre 2023 - 23:28

La ficha

****Ciclo ‘Otoño Barroco’ de la Asociación de Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla. Programa: Obras de G. A. Brescianello, D. Scarlatti, L. Ruiz de Ribayaz, S. de Murzia, A. Falconiero, M. Uccellini y anónimo napolitano. Intérpretes: Juan Carlos Muñoz (mandolina), Mari Fe Pavón (mandolina), Manuel Muñoz (guitarra barroca), Mercedes Ruiz (violonchelo), Josep María Martí (tiorba)y Ralf Waldner (clave). Lugar: Iglesia del convento de Santa Clara. Fecha: Lunes, 13 de noviembre. Aforo: Lleno.

Como la española bandurria, la mandolina italiana hunde sus raíces en la música popular y tradicional desde la Edad Media y acabará por ser adoptada por la música culta en el siglo XVIII, sobre todo a manos de compositores de la región de Nápoles. Con sus cuatro cuerdas dobles y su pequeño cuerpo abombado, como de media almendra, la mandolina posee un timbre muy característico que pide una gran concentración técnica para hacerle cantar y desplegar líneas melódicas fluidas.

Y así fue, de la mano de este extraordinario grupo de cuyo corazón forman parte Mari Fe Pavón y Juan Carlos Muñoz, dos soberbios virtuosos que sorprendieron por la exactitud y precisión en el uso de la péñola de pavo real y en la complicada digitación de la mano izquierda. Conjunción extrema entre ambos que les hacía pasarse las melodías de uno a otro, intercambiar las partes y desplegar todo un chisporroteo ornamental medido al milímetro. Y consiguieron que en el aire de siciliana del Adagio de la sonata de Brescianello o en el Grave de la de Scarlatti sus instrumentos cantasen con delicadeza e intimidad.

Sus arreglos de las diversas piezas basadas en bassi ostinati fueron brillantes, regulando las texturas y las intensidades, con riqueza acentual y fantasía en las combinaciones instrumentales. Especialmente logradas fueron sus versiones de las Marionas de Santiago de Murzia, de la Ciacona de Andrea Falconiero y de las anónimas Folías de España. Contaron para ello con un continuo de lujo en el que sobresalieron el violonchelo fogoso y brillante de Mercedes Ruiz y la guitarra de Manuel Muñoz.

stats