Aurora Vargas lleva su arte a los 'Jueves Flamencos'

Aurora Vargas, ayer en Cajasol junto al director del ciclo.
Enrique Henares / Sevilla

02 de abril 2009 - 05:00

La cantaora Aurora Vargas llega hoy a los Jueves Flamencos de Cajasol. Concierto de Cante es el nombre del espectáculo que ofrecerá al público sevillano y en el que contará con el acompañamiento a la guitarra de Diego Amaya, Eléctrico y Rafita. La cita, esta noche a las nueve en la Sala Joaquín Turina del Centro Cultural Cajasol.

Vargas, nacida en Sevilla pero con raíces gaditanas (su madre es de Sanlúcar de Barrameda), crece en el seno de una familia donde el arte se respiraba en sus más diversas vertientes. Bautizada en la parroquia de San Román, envuelta en un capote de paseo de Gitanillo de Triana, es descendiente por parte materna de los cantaores portuenses Tomás El Nitri y Perico Frascola. Estos precedentes, unidos a la cercanía desde la infancia con el cante y el baile, hacen que desde muy temprana edad comenzara a dar sus primeros pasos como artista. Y es que, para Aurora, "el arte no se aprende, viene desde la cuna, otra cosa es que sobre una base existente se pueda ir perfeccionando".

Artistas de la talla de Antonio Mairena formaron parte de su universo más cercano durante la niñez. Esto y el haber madurado como artista rodeada de grandes del cante hacen que hoy día le cueste señalar un cantaor que le pegue ese pellizco que sí que le dieron muchos de los antiguos y que ella encuentra en la voz de su marido, Pansequito. "Cantar bien, igual que bailar y torear, es muy difícil", declara. "Hoy a la gente se la está equivocando; yo no vendo nada, lo que hago es ofrecer mi arte", sentenció.

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