Les Ballets C. de la B. tratan sobre la pérdida en 'Ashes (Cenizas)'

La prestigiosa compañía belga presenta hoy y mañana en el Central su nuevo espectáculol 'Ashes (Cenizas)'. Central. Hoy y mañana a las 21:00. Entradas a 15 euros.

El coreógrafo e intérprete Koen Augustijnen, en el Central.
El coreógrafo e intérprete Koen Augustijnen, en el Central.
Braulio Ortiz / Sevilla

15 de mayo 2009 - 05:00

Dos años después de su visita al Central con su deslumbrante Import/Export, Les Ballets C. de la B. estrenan en España, en el mismo escenario, Ashes (Cenizas), un montaje en el que la compañía belga reflexiona sobre la pérdida y que se podrá ver hoy y mañana, a las 21:00, en el teatro sevillano.

Si para la anterior propuesta el coreógrafo Koen Augustijnen se inspiró en el documental La pesadilla de Darwin, material con el que elaboró una denuncia de la explotación en el continente africano, en esta ocasión el intérprete identificó en una fotografía de un pueblo filipino, cubierto de cenizas tras la erupción de un volcán, el punto de partida. "Era un paisaje monocromo, que parecía nevado, y era muy interesante ver el contraste entre ese gris y el colorido de las ropas de la gente que había salido de sus casas", explicaba ayer Augustijnen, creador formado en los talleres de danza de Wim Vandekeybus y Laurie Booth y que ha crecido profesionalmente en Les Ballets C. de la B. Esta poderosa imagen, tomada la ceniza como el "símbolo de algo que se ha destruido", ha derivado en una obra sobre "el hecho de perder a alguien y las reacciones de la gente". Pero el espíritu de Ashes, advierte el bailarín, "no es pesimista", ya que el espectáculo habla también del renacer que viene después del fuego. "Cuando un bosque arde, las cenizas contribuyen a la fertilidad y a que rebrote con más fuerza", opina Augustijnen.

La intensidad de las coreografías de Les Ballets C. de la B. suele encontrar un interesante contrapunto en la música barroca. Esta vez, cinco instrumentistas y dos cantantes -Steve Dugardin, la voz de Import/export y la soprano Irene Carpentier- interpretarán en directo composiciones de Haendel ante ocho bailarines que se desplazan por el escenario. Entre ellos estará Augustijnen, que, pese a que había decidido limitarse a ejercer de coreógrafo en esta obra, sustituye a un compañero que ha sufrido un accidente.

Ashes posee, según Augustijnen, "una poesía más tierna" y "una energía diferente" al contar con más mujeres en el reparto que otras creaciones anteriores. El propósito, no obstante, es el mismo: lograr conmover, apunta el bailarín, "a un público más amplio que el meramente especializado en danza contemporánea".

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