El Bellas Artes reúne en una selecta exposición todos sus retratos de la familia Bécquer

El artista Valeriano Domínguez Bécquer (Sevilla, 1883-Madrid, 1870) repartió su inmenso talento entre el retrato y las escenas costumbristas. Hacia 1862 realizó, en su etapa de plenitud, el célebre retrato de su hermano Gustavo Adolfo, considerado una de las cimas de la pintura romántica española y a cuya popularidad contribuyó el que ilustrara durante muchos años el desparecido billete de cien pesetas. Este lienzo será una de las piezas centrales de la exposición que a partir del próximo martes 12 reunirá los cuatro retratos que el Bellas Artes atesora de la saga de los Bécquer, iniciada por José Domínguez Bécquer y por su hermano Joaquín. Una breve pero interesante muestra con la que la pinacoteca que dirige Valme Muñoz se suma a la celebración del centenario del traslado de los restos mortales de Gustavo Adolfo y de Valeriano desde Madrid a Sevilla el 13 de abril de 1913. Diversas conferencias a cargo de la profesora de literatura Marta Palenque y el conservador del museo Fernando Panea, así como una velada poética organizada por Pilar Alcalá, completarán este tributo.

Tres de los cuatro lienzos, incluido el celebérrimo retrato del poeta y autor de leyendas como La ajorca de oro, proceden de la donación que realizó al museo en 1925 Julia Bécquer Coghan, hija de Valeriano. La madre de éste, Doña Joaquina Bastida, aparece pintada por su esposo José Domínguez Bécquer, presente aquí gracias al retrato que le dedicó Antonio María Esquivel.

El cuarto óleo muestra a Julia Bécquer Coghan con cinco meses de edad. Formaba parte del patrimonio que el museo tiene depositado en otras instituciones, donde constaba como obra anónima de personaje desconocido. Recientemente identificado como retrato de Valeriano, se expondrá por primera vez al público en esta cita del Bellas Artes, que ahora acoge además Julio Romero de Torres. Entre el mito y la tradición, muestra que ha sumado 37.120 visitas en sus primeros 40 días en cartel.