Beret actuará en Icónica Sevilla Fest: "En Sevilla cantaré canciones que nunca he tocado en directo"
El sevillano ofrecerá un espectáculo único el próximo viernes 7 de julio con un 'show' en el que invitará a artistas con los que ha colaborado a subirse al escenario
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Todavía recuerda las batallas de gallos que se celebraban en la Plaza de España cuando rondaba la adolescencia. Esos corros improvisados en los que soltó sus primeras rimas siguiendo los compases de las bases que los organizadores descargaban en sus teléfonos móviles y que, con un poco de suerte, se reproducían sin interferencias gracias a un pequeño altavoz. Las pruebas gráficas de las victorias se subían a Youtube, porque no existía WhatsApp. Todavía queda algún vídeo pixelado que da fe de estos encuentros entre jóvenes que buscaban despuntar en la escena del rap.
Han pasado casi 15 años desde entonces y el sevillano Javier Álvarez regresará a este emblemático enclave, uno de sus lugares favoritos de la ciudad, para protagonizar un concierto en el que demostrará que sí ha conseguido convertirse en un artista de éxito, colaborar con los mejores y mantener esa esencia de chico normal y humilde que cae bien a cualquiera. El viernes 7 de julio protagonizará en Icónica Sevilla Fest una cita con su ciudad y con los suyos para ser un ejemplo de profeta en su tierra.
–Háblenos de su último trabajo Resiliencia. Un concepto que además está de moda.
–Resiliencia es la capacidad de volver a ser uno mismo a pesar de las circunstancias. Es súper necesario transmitir ese mensaje, porque existen pocas consideraciones en algunos aspectos de la salud mental. Si mi música tiene algo que decir, en cuanto a letra y contenido, es que ayuda a resolver un poco esa inteligencia emocional con la que no somos capaces de debatir nosotros mismos. He tardado dos años y medio en crear el disco y es muy diverso. Se pueden encontrar colaboraciones con Malú, Omar Montes, Estopa o Morat. Lo bonito que tiene es que habla de circunstancias de mi vida que me han hecho ser resiliente. Aquel que me quiera descubrir puede escuchar el disco y se dará cuenta que existe tanto el Beret antiguo como el de ahora. Todo con un trasfondo en el que hablo de la inteligencia emocional y de la autosuperación.
–El año pasado falleció su hermana, a la que dedica una canción. ¿La más difícil de componer?
–El disco lo tenía completo, lo iba a entregar, falleció mi hermana y transmití que no podía sacarlo si no incluía una canción para ella que se llama Tata. Indirectamente he conseguido que muchos puedan personificar a alguien querido que ha fallecido gracias a la música. Pero independientemente, es un tema que nació el mismo día que murió mi hermana y he tardado bastante en completarlo, porque me costaba mucho acabarla. Me fue muy fácil expresarme, porque fue un desahogo pero terminarla me hizo pensar que el disco podría salir más tarde, porque Tata tenía que estar sí o sí.
–¿Cómo se han gestado unas colaboraciones con artistas y estilos tan variados?
–Realmente el sello identificativo de mi música son la letra y el contenido, por encima de la forma. El que me escucha lo hace más por lo que digo que por cómo lo digo. Por eso, en este disco se puede encontrar desde una balada con Malú hasta una rumba con Estopa. Como tengo mis inicios del rap y del reggae, me parece acertado hacer lo que me nace.
–Es un cantante muy versátil. ¿Se le resiste algún género?
–Nunca haría bachata, porque no consumo esa música y no me veo. Ni lo escucho ni me nace improvisar encima. Hace cinco meses saqué un tema de reggaetón y ha sido disco platino. Para mí era impensable. Quizá este género se me resistía y, al final, salió bien.
–Comenzó haciendo rap y reggae. De un modo u otro siguen presentes en su música.
–Lo que conservo de esa parte es la métrica. Hago baladas y pop, pero no me considero un popero. He creado un sello identificativo que junta este estilo con el género urbano. Incluyo muchas métricas y estructuras. Todo lo que se escucha de pequeño es raíz de lo que uno hace después. Cualquier cosa que componga ahora viene muy ligada a esos grupos de raperos sevillanos que escuchaba de chico como Sfdk, Tote King o La Mala Rodríguez.
–Y el sonido vocal.
–Sí. Mi voz es rasgada que recuerda un poco al reggae. He creado como un híbrido pero por casualidad.
–Hay una oleada de artistas que reivindican la salud mental.
–Para mí es fácil tratar este tema, porque me sana. Muchas personas expresan sus problemas mentales, porque normalizan lo normal. Hace poco me comentaron que el 75% de personas que se dedican a este sector tienen o han tenido ansiedad o algún problema mental. Hablar de esto es algo súper necesario.
–¿A veces siente cierta ansiedad social?
–El primer ataque de ansiedad que me dio fue en 2016. Desde entonces, tengo la sintomatología, he ido a terapia y sería mucho más infeliz si no lo hubiera hecho. Tengo herramientas suficientes para conocerme.
–Ha afirmado que las redes sociales son un asco, pero está muy presente en ellas.
–Conozco poca gente que me diga que Twitter es sano. Es un sitio en el que durante el día contra del bullying se está en contra, pero al siguiente se insulta a un artista. No son las redes sociales en general, lo más odiable es Twitter. Siempre he dicho que me quitaba la cuenta en esta red encantadísimo.
–El viernes 7 de julio jugará en casa, ¿cómo afronta el concierto?
–Mira que canto en muchos sitios fuera, pero hacerlo en Sevilla me da mucho respeto, porque vendrá la gente que me conoce y me quiere. Por otro lado, aquí fue donde di mi primer concierto y me parece muy especial. Voy a intentar llamar a otros artistas para que vengan y voy a cantar canciones que nunca he cantado. De hecho, la de mi hermana nunca la he cantado en directo y en este concierto quiero hacerlo. La Plaza de España me parece un sitio emblemático y seguro que todos los sevillanos hemos vivido algo allí.
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