Mª AUXILIADORA BOZADA WAFLAR & CARMEN PÉREZ SALMORAL | CRÍTICA

Los colores de la noche

Bozada Waflar y Pérez Salmoral.

Bozada Waflar y Pérez Salmoral. / ACTIDEA

Salvo las tres piezas del que Gerardo Diego llamó “Premanuel de Antefalla” y la Polymnie de Turina, el resto del programa de este concierto estaba formado por arreglos para violonchelo y piano de obras escritas originalmente para otros formatos. No es fácil el tema de los arreglos y transcripciones, porque es difícil, cuando no imposible, respetar la naturaleza del original sin traicionar su verdadero sentido. Éste fue el caso, por ejemplo, de la Jota de Falla, suponemos que en la versión de Maréchal a partir de la versión para violín y piano de Kochanski (un arreglo de un arreglo) y en la que la brillantez de la parte del piano en la introducción se esfuma para darle lucimiento vano al chelo. Aún peor fue la infumable transcripción de la Danza del terror pensada para la exhibición técnica del violonchelo. Por último, la Malagueña de Albéniz quedó irreconocible, sin el chisporreoteo de las frases que circulan entre las dos manos en el teclado.

Por lo demás, las versiones de las dos intérpretes fueron prácticamente impecables. Salvo en algún ligero desajuste en el inicio de la Jota, la conjunción entre ambas fue exacta, con plena sintonía expresiva. Pérez Salmoral es una pianista de una pulsación delicada y exquisita, precisa, rica en matices y en colores, como quedó de evidencia en las canciones de Falla y en Polymnie, donde casi se podía degustar el perfume francés de la pieza de Turina. Maravillosa por transparente y sutil su forma de acompañar en la Canción. Por su parte, Bozada sabe sacar un sonido denso, cálido y rico en matices de su violonchelo, gracias a una articulación precisa, que sólo vacila puntualmente en materia de afinación en los pasajes más agudos de la cuerda superior. Sobrada de agilidad, sabe también plegarse a la delicadeza, como en esa Nana arrullada con sordina. Fraseó con gran sentido expresivo, con riqueza de acentuaciones y de inflexiones, desde el vigoroso ataque del Polo a la dulzura de las piezas juveniles de Falla.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios