La iglesia de San Jorge del Hospital de la Caridad vivió ayer "un momento realmente emocionante" en el que se reparaba, en palabras de Enrique Valdivieso, "una injusticia histórica, un desmán y un desvarío que nunca tenían que haber ocurrido". Casi doscientos años después de que el Mariscal Soult robara cuatro lienzos de Murillo, el templo recobra el aspecto original con el que lo concibió Miguel de Mañara, gracias a la colocación en sus paredes de copias de los cuadros.

En una conferencia, el catedrático de Historia del Arte Enrique Valdivieso recordó que las pinturas de Valdés Leal y de Murillo que contiene la iglesia estaban ligadas al mensaje espiritual que quería transmitir el fundador del Hospital de la Caridad, que deseaba aleccionar a los hermanos sobre la importancia de la misericordia para ganarse la redención eterna. "Se dice que Valdés Leal es un pintor tétrico, pero lo único que hizo fue seguir las indicaciones de don Miguel de Mañara. Y lo mismo Murillo. Al primero le encargó hablar de la muerte y el juicio final, al segundo de las obras de misericordia", expuso el especialista.

Los cuadros de los que se han realizado copias son La curación del paralítico, que representa la caridad de atender a los enfermos y que se halla actualmente en la National Gallery de Londres; Abraham y los tres ángeles, que ilustra la generosidad de dar posada al mendigo y que ahora es propiedad del Museo de Ottawa; El regreso del hijo pródigo, en la actualidad dentro de los fondos de la National Gallery de Washington y retrato del acto de vestir al desnudo; y San Pedro liberado por el ángel, cuyo original está en el Hermitage de San Petersburgo y que enseñaba a los hermanos el bien de visitar a los presos. Pese a que la iglesia ha recuperado la apariencia originaria gracias a las copias, Valdivieso asegura que, pese a que "ningún museo nos va a devolver las obras, nosotros no vamos a cansarnos de pedirlas".