El robo del Códice Calixtino reabre el debate sobre la seguridad del patrimonio gallego

El sistema de vigilancia era un mero "plan de compadreo", según el Sindicato de Policía

Efe / Santiago De Compostela

09 de julio 2011 - 05:00

Los problemas de seguridad en la custodia del Códice Calixtino acrecentaron ayer la polémica por el robo de este manuscrito del siglo XII y de incalculable valor histórico, desaparecido de la Catedral de Santiago de Compostela, ciudad donde ayer se intensificaron los controles de vehículos en busca de alguna pista. El Cuerpo Nacional de Policía, que mantiene un dispositivo especial, sigue "varias pistas" para la recuperación del Códice y no descarta que esté ya fuera del país. Por su parte, el Arzobispado compostelano aseguró ayer que "no ha detectado ninguna anomalía" en la seguridad de la basílica.

La Fiscalía Superior de Galicia, que reveló que quien haya robado el manuscrito se expone a cinco años de prisión, mostró ayer su preocupación por la protección del patrimonio cultural gallego y el Sindicato Unificado de Policía también denunció que las medidas de seguridad eran "mínimas".

Asimismo, agentes de la Brigada de Patrimonio continuaron el visionado de las imágenes de la sala en que se custodiaba el Códice tras su desaparición, pues según explicó el jueves el deán y Archivero Mayor de la catedral, José María Díaz, había controles en todos los ángulos del claustro, de forma que quedaría fotografiada cualquier persona que pudiera entrar.

Sin embargo, el secretario general del SUP, Xosé Freire, afirmó que las medidas de seguridad "eran mínimas" y que el sistema era un mero "plan de compadreo".

"Tienes tú la llave, la tengo yo, la tiene el otro..." era el sistema utilizado, según Freire, que cree que, así, su desaparición "era fácil" y resaltó que sólo tres personas poseían dicha llave, una de ellas el deán. De ahí que, en su opinión, la pérdida de la obra "en cualquier momento podía ocurrir", porque para la custodia de estos elementos tiene que haber expertos vigilantes de seguridad y no dejarlo en manos del deán de la Catedral. Y si no ha ocurrido antes es porque, añadió, en el año Xacobeo había un plan blindado de seguridad interior y exterior de la Catedral que hacía "no imposible, pero muchísimo más difícil" que el libro se perdiera.

Una opinión que no comparte el antropólogo Manuel Mandianes, del Centro Superior de Investigaciones Científicas, que está convencido de que el robo del Códice Calixtino fue minuciosamente preparado por personas que sabían muy bien lo que hacían. Mandianes añadió que es imposible calcular el valor de lo robado, aunque estimó que "un millón de euros es sólo lo que puede haber cobrado el ladrón por haber hecho el encargo".

También el profesor Xosé López Díaz, autor de la traducción al gallego del Códice, trasladó sus dudas de que el público pueda hacerse una idea de lo que representa la pérdida de esta obra que, para los expertos, puede equipararse al robo "de Las Meninas de Velázquez o del Pórtico de la Gloria".

Y mientras la Fiscalía Superior de Galicia recordaba que en los últimos años manifestó reiteradas veces su inquietud por "la conservación y protección del patrimonio cultural gallego" al Parlamento y la Xunta, sólo el presidente de ésta, Alberto Núñez Feijóo, se mostraba ayer convencido de que el Códice Calixtino se recuperará, tarde o temprano, independientemente del lugar en el que esté.

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