En un año normal, o en un año menos trágico y doloroso, como se prefiera, la Plaza Nueva llevaría ya varios días repleta de casetas a las que se habría acercado, como de costumbre, un enjambre de lectores y curiosos a la busca de una rara joya, de un precio irresistible, de una primera edición que se daba por inencontrable y sin embargo... Pero la pandemia ha impedido la celebración presencial de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla, una de las citas de la cultura impresa más queridas de la ciudad. La fatalidad no ha impedido, en cualquier caso, que la cita esté ofreciendo una lección de auténtico dinamismo. A toda velocidad, la Asociación de Amigos del Libro Antiguo, que organiza la cita y preside Mila Díaz, ha conseguido armar una edición virtual en su web y sacar adelante nuevos proyectos, como su primer certamen literario, que nace con vocación de continuidad en futuras ediciones.

Los frutos de este concurso, ya negro sobre blanco, acaban de publicados por la editorial El Paseo. El volumen se presentó ayer en el Salón Colón del Ayuntamiento, con un padrino de excepción como es Juan Bonilla, recientemente ganador del Premio Nacional de Narrativa y autor, por ejemplo, ya que de libros antiguos hablamos, de La novela del buscador de libros, un brillante y divertidísimo tratado de pasión por los libros y las historias personales asociadas a ellos.

Doce relatos "sobre el mundo del libro" y de extensión muy dispar –desde muy breve, dos o tres páginas, a otros de formato más americano, es decir, 25-30 páginas, no muy lejos ya de la nouvelle– componen Cuentos de libro, los dos ganadores ex aequo, La maravillosa tarde a solas de Lalita Esplí de Davor Bohórquez y La magia y el antídoto de Jes Lavado, y diez más de los finalistas: Joaquín Pedro Borge, Diego Clavero, Diego Coen, María Mercedes Millán Morán, Jairo Moreno Antequera, Francisco Muñoz Mora, Rocío Rojas-Marcos, César Romero, Antonio Sancho Villar y José Urbano Hortelano, en orden alfabético.

Que un jurado compuesto por autores serios y admirados se fije en tu obra es el auténtico o el mejor premio, dicen a veces los escritores más pudorosos para de reconocer la importancia del dinero. Pero es fácil adivinar que ésta es una de esas ocasiones en las que los premiados presumirán tanto del galardón como de quienes le alabaron el gusto (en la escritura), con el mismo Bonilla como encargado de la preselección de los originales presentados –en torno a 40, calcula– y después con autores de la talla de Sara Mesa, Ignacio Martínez de Pisón y Felipe Benítez Reyes como responsables de decidir los ganadores.

"Entre otras muchas cosas que podrían decirse de este libro, tiene unas cuentas piezas excelentes sobre el peso que todavía tienen los libros en las vidas de la gente", afirmó Bonilla. Y tiene algo aún mejor, añadió: la posibilidad, el entusiasmo incomparable del descubrimiento. "En mi caso –señala el autor de Totalidad sexual del cosmos, Prohibido entrar sin pantalones o Tanta gente sola– me ha hecho conocer a cinco o seis autores que no conocía y a los que a partir de ahora pienso seguir".