Las previsiones se cumplieron y en la segunda sesión de la subasta de otoño de Isbilya el arte contemporáneo ha reclamado su protagonismo con buenas ventas en diversos lotes, especialmente el lienzo pintado por el aragonés Dino Valls, que salía por 6.000 euros y se remató por 7.000. En 3.000 se vendió el hermoso Díptico del sevillano Ignacio Tovar y en 1.100 una obra pequeña de Carmen Laffón.
El éxito fue rotundo en la sección de artes decorativas, donde salía a puja un centenar de piezas que decoraban el Palau Moxó de Barcelona, una joya barroca en el barrio Gótico cuyo contenido al completo va a ser comercializado por la firma Isbilya desde Sevilla en diversas licitaciones, tras vender el edificio la familia que fue su propietaria durante generaciones.
Ayer se remató en 11.000 euros la hermosa pareja de bargueños (lote 758) y se adjudicó en 22.000 euros la Virgen leyendo de Ramón Amadeu, una de las joyas de ese conjunto. En 4.200 euros se vendió el conjunto de comedor inglés del siglo XIX (lote 705) que casi duplicó su precio de salida. Como se recordará, el Palau Moxó ha sido reformado por su nuevo propietario para acoger apartamentos de lujo.
Como curiosidad, la firma que dirige José Muñoz reveló que ha recibido consultas para comprar en venta directa, por un precio inferior a los 300.000 que se pidieron en la subasta, el lienzo de Murillo La paciencia de Job. También hay particulares interesados en hacerse en postsubasta con el retrato religioso pintado por Zurbarán. De los lotes que Isbilya ofrecía en venta directa, se ha pedido documentación detallada de la Virgen de Juan de Mesa.
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