El sevillano Eliacer Cansino gana el Premio Anaya de Literatura Juvenil

El autor y profesor de Filosofía reflexiona en 'Una habitación en Babel' sobre la inmigración en una historia de "injusticia y desasosiego" ambientada en un edificio en el que conviven "los deseos y la frustración"

Eliacer Cansino, escritor galardonado.
Patricia Godino / Sevilla

02 de abril 2009 - 05:00

Una novela juvenil para todos los públicos. Así ha definido Eliacer Cansino (Sevilla, 1954) Una habitación en Babel, el libro que le ha valido el VI Premio Anaya de Literatura Juvenil, dotado con 30.000 euros. El autor de El misterio Velázquez, entre una decena de títulos más, se acerca en esta ocasión al universo de la inmigración y al de los jóvenes con esta novela que se ha impuesto a un centenar de propuestas llegadas de España y Latinoamérica.

En su relato hay "inmigración, pobreza, vileza, desasosiego, injusticia e indigencia" y "un afán por responder a la cuestiones éticas de la vida", realidades que ponen de manifiesto que, para este autor, "el género juvenil no tiene que ser ñoño" y mucho menos "edulcorado". De hecho, Cansino rehúye de la etiqueta de novela juvenil como género menor: "Puede ser leída por todos los públicos, igual que Robinson Crusoe no es una novela para adolescentes por mucho que se haya considerado así con el paso del tiempo".

El protagonista de Una habitación en Babel es un profesor de Filosofía, igual que Cansino, que llega a un instituto de Secundaria en Alfarache, "un trasunto de San Juan de Aznalfarache", una de las poblaciones del cinturón metropolitano de Sevilla con mayor porcentaje de población inmigrante. Ángel, como se llama el protagonista, decide instalarse en la zona donde viven sus alumnos más menesterosos, una torre de pisos. Babel, como lo llama en la novela, es un edificio "tumultuoso, lleno de vida y problemas" en el que conviven a partes iguales "la conquista de los grandes deseos con la frustración por no lograrlos".

En esta situación de "conflicto", necesario para el discurrir de una novela, según Cansino, el profesor de filosofía se encontrará "impedido" por la presencia de alumnos inmigrantes en su clase, circunstancia que le hará tomar decisiones que ni siquiera quiere asumir y a comprometerse con asuntos nuevos e inesperados para él. En este sentido, Cansino advirtió que no se trata de una novela de un solo personaje, sino del "encuentro de diferentes formas de vida", por eso dividió sus personajes entre aquellos que "luchan por la vida" y los que "tratan de buscarle sentido".

El "rumor de fondo" de Una habitación en Babel es el día a día en un instituto, aunque matizó que no se trata de una novela escolar, que reproduzca "el argot de los jóvenes", aspecto que considera un error frecuente en las novelas con este tipo de personajes. En este sentido, Pablo Cruz, editor de Anaya Infantil y Juvenil, destacó la calidad literaria, el humor y la construcción de los personajes respecto a los seis títulos finalistas del concurso.

En el instituto donde Cansino imparte clases, empieza a haber numerosos inmigrantes y reconoce que algunos perfiles de sus personajes "están extraídos de la experiencia con ellos". Sobre el trato con ellos, asegura que es "bueno" si bien considera que entre un adulto y un adolescente el que debe hacer "más esfuerzo" es el primero porque "los jóvenes van siempre arrasando" y "los adultos son los que tienen que adaptarse".

En ediciones anteriores de este concurso, que nació en 2004 y que alterna cada año la categoría infantil (obras dirigidas a lectores de 8 a 12 años) con la juvenil (hasta los 14), el premio ha recaído en autores como Fernando Marías con Cielo abajo -que se vio refrendado el mismo año por el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil-, Martín Casariego o Marta Rivero de la Cruz, ésta última miembro del jurado que ayer concedió el premio al escritor sevillano en un acto celebrado en la Biblioteca Pública Infanta Elena de la capital andaluza.

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