Con una llamativa instalación de Lugadero, performance a cargo de Teatro A Pelo y un nutrido y público con curiosidad por saber en qué consistirá la anunciada reinaguración del Espacio Turina. Así ha reabierto esta mañana sus puertas el edificio de la calle Laraña, antigua sede del Centro Cultural Cajasol, ahora bajo gestión municipal y con una abultada agenda de propuestas que "lo va a dotar de una actividad frenética la práctica totalidad de los días del año", según el delegado de Cultura, Antonio Muñoz, quien bromea con el lavado de cara del vestíbulo. "Le hemos quitado ese aspecto de tanatorio que tenía antes", dice en referencia a la instalación, un entramado de columpios con el amarillo limón como único color que alcaza a repintar hasta esa reproducción a tamaño natural del Giraldillo que desde hace años preside el espacio.

Articulada en torno a la música, las artes plásticas y la formación, la nueva programación aspira así a convertirse en referente para nuevos creadores, "un espacio que va a hacer visible a mucha gente que necesita un lugar como éste", en palabras del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, quien ha insistido en la idea de que "la cultura debe ser uno de los motores económicos de la ciudad".

La sala de conciertos, con un aforo de 400 butacas y rebautizada Sala Silvio en recuerdo del músico sevillano, ofrecerá propuestas de todo tipo, "del pop a la zarzuela y del jazz a la música antigua", apunta Muñoz. La sala de exposiciones, ahora denominada Atín Aya en homenaje al conocido fotógrafo, acogerá muestras de fotografía, pintura y escultura. 

Por su parte, la sala Juan de Mairena se dedicará a la formación (conferencias, charlas, masterclass...), un aspecto en el que han incidido tanto el alcalde como el delegado. "Hay que crear nuevas oportunidades para nuestros músicos -dice el segundo-. A veces nos encontramos con grupos que llevan tiempo ensayando y aún no saben nada de contratación".

Pero además de ese carácter de plataforma para nuevos creadores -"aquí podrán encontrar los recursos para seguir creciendo", asegura Muñoz-, el Espacio Turina aspira a crear nuevos espectadores: todas las actividades matutinas de los sábados estarán dedicadas al público infantil, juvenil y familiar.

Con programación ya anunciada hasta finales de año -diseñada por el director del espacio, Albert Sunyer, anteriormente al frente del Conservatorio Profesional de Música Francisco Guerrero-, el Espacio Turina funcionará siguiendo un modelo "presente ya en muchas ciudades europeas: espacio y equipamiento público y propuestas privadas. Y ya hemos recibido muchas", comenta Espadas. Según Paco Cerrejón, director del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla, será el propio Sunyer el encargado de evaluarlas.

La actividad arranca esta misma noche con la actuación de Kiko Veneno presentando su reciente álbum en directo, + solo que la una, primero en solitario y, en la segunda parte del concierto, acompañado por La Banda del Retumbe y un cuarteto de cuerda dirigido por Michael Thomas. Este concierto, que se repetirá mañana martes a la misma hora, es de entrada libre. Desgraciadamente, el plazo de retirada de invitaciones concluyó ayer, un día antes de la presentación oficial de la programación.

Apartir de ahí, en efecto, enorme variedad en lo musical -entre otros con Zenet (28 de octubre) y Albert Pla (4 de noviembre)-, una oferta que incluirá el ciclo Otoño Barroco, los conciertos de temporada de la Orquesta Barroca de Sevilla, el VII Festival de la Guitarra de Sevilla, las temporadas de música de cámara y de orquestas de cámara, el Festival Ensembles de música contemporánea, una interesante temporada de jazz y hasta otra de zarzuela.