La organización de la Feria del Libro de Sevilla (FLS) ha valorado hoy como "muy positiva" esta edición, que se ha desarrollado desde el 21 de octubre en la Plaza Nueva bajo el lema Una vida en cada página, ante la "alta afluencia" de público registrada y el "considerable aumento de ventas" en numerosas casetas respecto a la edición anterior. En una primera evaluación, la Feria detectó, según un comunicado remitido por la organización, un incremento de un 30% de facturación en relación a 2019, mientras que varios expositores cifraron esa subida en un 50% o aún más.

Respecto a las estimaciones de asistencia, "aunque la falta de restricciones de aforo y, por tanto, de un control del acceso hace difícil cuantificarla de forma precisa", la FLS maneja cifras también muy elevadas, concretadas en un primer fin de semana con tres jornadas de "afluencia masiva", una presencia importante de público entre semana, en la línea de ediciones anteriores, y "notorios picos de concurrencia en sus últimos días, pese a la lluvia". Con la recuperación de la plena presencialidad tras el forzado parón de un año, "se ha hecho evidente que había muchas ganas de Feria del Libro en Sevilla", añadió la Feria del Libro.

Por su parte, el delegado de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz, manifestó su satisfacción por la respuesta del público respecto a esta edición "tan importante y, a la vez, tan compleja". Asimismo, resaltó que la FLS "es el principal evento del sector en Andalucía y uno de los más destacados en el ámbito nacional. Su trascendencia cultural y económica está fuera de toda duda".

A ello contribuyó la programación, a lo largo de estos 12 días, con más de 150 actividades y cientos de autores invitados comenzando por Javier Cercas, que abrió la cita en un acto con lleno absoluto; la joven Fatima Daas, que presentó su debut como gran revelación de las letras francesas; el veterano Mauricio Wiesenthal; Alaitz Leceaga, flamante Premio Fernando Lara de Novela; Sami Naïr, que participó en la presentación de Sudáfrica y el camino a la libertad; el productor Gervasio Iglesias o Benjamín Prado y Rebeca Jiménez, que echaron el telón con un recital músico-poético.