Frases, recuerdos, fragmentos

Schaubühne am lehniner Platz & Anoukvandijk DC. Dirección y coreografía: F. Richter y A. van Dijk. Escenografía: K. Hoffmann. Vestuario: D. Selig. Música: M. Beckenbach y M. Grübel. Intérpretes: P. Fricke, A. Lau, E. Marggraf, F. Rogowski, J. Rosmair, K. Bartholomäus Schulze, S. Stern, L. Wolfram y N. Wollny. Lugar: Teatro Central. Fecha: 18 de febrero. Aforo: Casi lleno.

Protect me refleja una realidad fragmentada por partida doble: no sólo el espectador no deja de sorprenderse ante los movimientos de los intérpretes, incapaz de seguir la trayectoria de todos y cada uno de ellos, sino que los observados también se asombran los unos a los otros. Este segundo nivel de la representación dirige la atención del espectador: la mirada del observado está llena de horror ante el gesto intrusivo del compañero, ya sea padre, hijo o mero transeúnte en esa amalgama de ideas y vivencias. Y de historias, pues la propuesta mezcla la individual y la Historia, y dentro de cada una de ellas el sueño, el delirio y el recuerdo con el dato crudo y frío.

La reunión sale triunfante cuando todos los elementos, como la música, la danza o la interpretación, reciben la misma importancia en la coreografía (que es total). Flaquea al recrearse en uno de ellos por separado, en especial cuando abusa de la palabra, que además de no estar bien medida es menos radical de lo prometido.

Los intérpretes, debatidos entre el contrapeso, la contracción, la carrera, la palabra y la caída, hacen también de pintores de brocha gorda y desplazan el mobiliario con la naturalidad del alienado, apuntando al meollo del asunto con más suerte que el discurso. Curiosamente es lo marginal lo más interesante.