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Cultura

Guillermo Pérez Villalta devuelve la luz y la alegría a los códigos flamencos

  • El artista tarifeño homenajea al pop y a los intelectuales que, como Lorca, reivindicaron el folclore en su cartel para la XVII Bienal · Una esquemática bailaora se funde con una flor en esta pintura al temple bañada de azul.

Como Antoni Tàpies, como Luis Gordillo, como Rafael Alberti, Joaquín Sáenz, Antonio Saura o Ruvén Afanador, Guillermo Pérez Villalta forma parte ya de la historia de la Bienal de Flamenco, "una cita de costumbres y tradiciones, pero también de modernidad y vanguardia", según la definió ayer el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. El artista tarifeño presentó en un abarrotado Salón Colón su cartel para la decimoséptima edición del festival jondo, dedicada al baile y la primera dirigida por Rosalía Gómez. Es un trabajo luminoso, que juega con las ideas de la norma y la improvisación, del compás establecido y la chispa. La paleta cromática, dominada por azules y amarillos salpicados de rojo, contagia esa idea de celebración optimista y creativa que en tiempos de crisis debe ser la Bienal de Flamenco, según defendió Zoido.

Pérez Villalta insistió en esa idea. "La Bienal ha abusado del lado más dramático del flamenco y he querido hacer algo pop, alegre y luminoso, que también nos retrotraiga al mundo de aquellos intelectuales y artistas, como Lorca y los surrealistas, que volvieron los ojos a nuestro folclore. Por eso al final he incluido los lunares, porque forman parte de nuestra cultura y funcionan muy bien plásticamente", contextualizó el pintor, que participará en la próxima edición de Arco como artista seleccionado de la galería Rafael Ortiz.

El cartel de Pérez Villalta, pintado a temple sobre papel, parte "de una geometría muy precisa y renacentista" para desbordarla con un arabesco que le imprime movimiento. La imagen gráfica muestra esquemáticamente a una bailaora, para la que el autor no se ha inspirado en una artista concreta, sino en múltiples fotografías de época facilitadas por la Bienal de Flamenco. Las manos, muy detalladas, sobresalen en una composición que no tiene rostro ("desde hace cinco años los he suprimido de mis trabajos, así cualquiera puede identificarse con la figura", añadió) pero que tiene un zarcillo colgando de una oreja y otro de la letra "L" del cartel. La figura femenina se va confundiendo con una planta, con una flor, que desde el suelo levanta sus brazos con porte flamenco y cuerpo arqueado.

A la directora de la Bienal le gusta mucho esta estampa, que varios flamencos asistentes al acto comparaban ayer con "la raspa de una sardina". "Cuando uno le encarga una obra a un artista lo hace a sabiendas de que se puede encontrar con algo que no esperaba, porque si hay algo consustancial al arte es la libertad", consideró Rosalía Gómez. "A mí me encanta el cartel que ha realizado Pérez Villalta porque, como casi toda su pintura, es como queremos que sea la Bienal, una mezcla de tradición y vanguardia, un espacio donde se vean las tendencias más actuales y las bases que las sustentan. Guillermo hablaba de las proporciones, de la geometría, tan importante para él, de la que surge en un momento el vórtice, lo inesperado. Y el flamenco es justamente eso, un ritmo perfecto del que surge lo espontáneo, el desbordamiento incluso. En el cartel, con las lunas y con los soles, baila todo, hasta la guitarra. ¡Qué más podíamos pedir para una Bienal dedicada al baile!".

Una guitarra que más que flamenca parece eléctrica porque es, como explicó su creador, un guiño al flamenco-rock que hizo vibrar la escena andaluza de su juventud, con aquellos míticos Lole y Manuel "que yo tanto admiraba".

Entre los numerosos artistas y representantes del sector que arroparon ayer la presentación destacaban primeras figuras del cante, el toque y el baile como Carmen Linares, Pepa Montes, Pedro Ricardo Miño, Javier Barón, La Farruca, José Valencia, Segundo Falcón, Daniel Casares, Laura Vital, Ricardo Miño, José Antonio Ruiz o Rafael Campallo, así como la delegada municipal de Cultura, María del Mar Sánchez Estrella, la directora del Festival de Jerez, Isamay Benavente, y la del Instituto Andaluz del Flamenco, Ángeles Carrasco.

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