Joana Vasconcelos y la metamorfosis de la máquina al animal

El Museo Guggenheim Bilbao ha completado la exposición que dedica este verano a la artista contemporánea portuguesa Joana Vasconcelos con la colocación en la sala que la acoge de una de sus obras más icónicas, la titulada Lilicoptère, de gran tamaño y compleja instalación. Esta obra, que como su nombre indica tiene forma de helicóptero, fue realizada por la artista portuguesa en 2012 en color dorado y su estructura está decorada con miles de abalorios brillantes de la lujosa firma Swarovski y recubierta por una extravagante y colorida capa de plumas de avestruz.

Esta pieza, presentada hoy a los medios por la propia artista portuguesa, “bebe de la estética de la realeza del último periodo del Antiguo Régimen, rica, glamurosa y audaz, y sugiere al espectador una metamorfosis de la máquina en animal, como metáfora del regreso a los orígenes y la inspiración que motivó en el ser humano el deseo de volar”, explicaba el centro expositivo en un comunicado.

La pieza se incluía entre las que se anunció que se iban a exponer en la muestra dedicada a Vasconcelos pero que, en el día de su inauguración, hace casi un mes (el pasado 28 de junio), no figuraba en la sala de exposiciones al retrasarse su llegada a Bilbao por “la necesidad de realizar ajustes técnicos” en la misma. La obra se exhibe ya al público en la sala que alberga el resto de las divertidas y desenfadadas obras de la artista portuguesa, una de las de mayor relevancia internacional del momento en su país.