Joy. Director: Mijke de Jong. País: Holanda. Año: 2010. Duración: 76 min. Con: Samira Maas, Coosje Smid, Dragan Bakema, Sharon Schouten.

Regreso de Mijke de Jong al Festival de Sevilla dos años después de su galardón por Katia's sister. Ha habido mejora, y al menos Joy nos respeta algo más, dejándonos fuera del interior de los personajes, admitiendo la elipsis como tropo fílmico plausible y habiendo advertido, albricias, que en el cine hay materia, y en el celuloide grano.

Joy, donde una chica abandonada al nacer carga a cuestas con el desequilibrio y el desarraigo consiguientes, tiene como principal problema el llegar quince años tarde, pues, para no remontarnos hasta Rossellini, su tímida apuesta por la estética del seguimiento y el rastreo de rostros no puede competir con lo que los hermanos Dardanne han (de)mostrado en las dos últimas décadas. De Jong aparca la psicología y le saca partido a la economía de la repetición, pero aún parece algo atrapada en girar convenientemente el guión y en que se toquen todos los aspectos posibles del tema. Aun así, y visto lo que le tuvimos que aguantar a Susanne Bier, es placentero ver a De Jong renunciar a explicarlo todo y dejarlo bien atado, asumiendo que el espectador, pensante, debe poner de su parte.