Todas las Mónicas que caben en un escenario
Mónica Naranjo | crítica
La artista presenta su último trabajo, que lleva el nombre de 'Mimétika', en Mairena del Aljarafe
Pasaban quince minutos de las nueve y media de la noche y el corto número de espectadores que había acudido al recinto del Centro Hípico de Mairena del Aljarafe bullía ya de ganas de que comenzase el concierto con el que Mónica Naranjo había traído hasta aquí su gira actual, Mimétika Tour 2023. Pero cuando por fin las conversaciones cesaron y todas las miradas se dirigieron al escenario parecía que nos habíamos equivocado y habíamos venido a un concierto de heavy metal. Allí veíamos a Alberto Marín, el guitarrista de Def Con Dos y Ankhara; con otra guitarra eléctrica estaba Juan Saurín, que tiene grabados a su nombre tres discos propios muy duros después de haberse curtido en una banda de tributo a Metallica; en medio de ellos estaba Álvaro Tenorio, el bajista de Hamlet; en la batería, Matt de Vallejo, un tipo que ha formado parte de numerosas bandas metálicas de todas clases: heavy, black, death metal. Larguísima melena y pinta de jevi tenía también Pepe Herrero, pianista, teclista y director musical de Mónica Naranjo, a la que acompaña desde hace catorce años, los mismos que lleva junto a ella Beatriz Albert, profesora de canto y actual corista junto a Miguel Ángel González. Los cinco componentes del cuerpo de baile -después se les unió uno más- se ajustaban también perfectamente al entorno creado, todavía más radicales, con una indumentaria a base de tiras de cuero de una estética muy bondage. Incluso Mónica venía con un cambio radical de su imagen más conocida por otra de odalisca estilizada de osado pelo corto y rubio. Apareció despacio, desde detrás, como una deidad surgida de la pantalla en la que estábamos viendo las imágenes que servían como introducción al espectáculo con los sones de Eterna, la canción que abre el disco que da nombre a la gira.
Europa fue la primera canción con la que escuchamos su voz en vivo. Y qué voz. Este canto al poder de la esperanza y la capacidad de regeneración del ser humano lo culminó en un crescendo demoledor con un grito que de ser otra cantante se hubiese quedado en un mudo padecer por el resto del concierto. Pero ese no es el caso de Mónica Naranjo, ella tiene claro que su voz es su principal instrumento y vive obsesionada con su cuidado; en sus conciertos está vocalmente siempre al nivel de diosa y así pretende seguir estándolo, sin lesiones vocales y cantando sin pistas pregrabadas, durante al menos otros 25 años más, como los que lleva de carrera hasta ahora. Por eso sus conciertos no son de veinte canciones, sino de poco más de una docena de ellas, como esta noche misma, en la que las ha ido interpretando en cuatro tramos separados por clips musicales en la pantalla y bailarines en el proscenio, de tres canciones cada vez y unos bises al final. Tampoco se ha prodigado en canciones de su actual disco, a pesar de que el nombre de la gira haría pensar en su protagonismo; tan solo interpretó cuatro de ellas: Europa, Sherezade y ¡Ey!, con las que comenzó cada una de los tres primeros tramos del concierto, y ¿Quién me salvará de mí?, formando parte del cuarto. Eterna y Polvo vacío solo las escuchamos a través de las pantallas.
A Europa le siguieron Desátame y Solo se vive una vez, tras las que se retiró del escenario mientras el video de Sherezade servía de intro al segundo acto. Mónica se unió a la canción en su nueva aparición, dando forma al momento más espectacular de la noche. Sherezade fue una orgía sonora y visual. La canción de Hoy no volvió a culminarla con otra erupción de cada poro de su piel convertida en grito, tras el que por fuerza había que irse al reino del silencio; por eso continuó con Sola, acompañada únicamente por el piano de Herrero. El tercer acto dio comienzo, tras la intro de ¡Ey!, con la voz en off de Bunbury en esa misma canción, a la que Mónica se sumó en la segunda estrofa para interpretarla de una forma que hacía patente, si no lo había evidenciado ya la banda de músicos que la acompañaba, que ella era una incondicional del rock, como nos llegó a decir. Entender el amor siguió el camino de subida, con Beatriz luciéndose en los coros y la segunda voz casi tanto como lo hiciese después en el grito final de Sobreviviré, y eso que venía de urgencias del hospital porque nada más llegar a Sevilla sufrió una caída que le produjo un serio esguince y tenía que permanecer sentada. Con el ácido sarcasmo de Usted finalizó la tercera parte.
Pantera en libertad fue el inicio del tramo final, mostrando el perfil más erótico de la cantante. Y el set lo culminó con un momento para ella y otro para sus entregados fans. La canción favorita del disco que propicia esta gira, que les toca el corazón a ella y a los músicos que la acompañan es ¿Quién me salvará de mí?, por eso este momento del show se lo reservan para sí mismos. Y después, para todo el mundo, la canción que estaban esperando, el himno que ha marcado una época en las vidas de muchos de los presentes en el recinto; Sobreviviré fue un estallido colosal que dejó a todos con ganas de más. Y sus ganas fueron colmadas. Mónica volvió al escenario con Herrero para rendir un homenaje a capella con el respaldo coral de todo el público a Rocío Jurado, a través de su Punto de partida, y hablar de unas canciones que no eran suyas pero, que por una causa u otra, representaban algo importante para ella. Si tú no vuelves es original de Miguel Bosé, pero Mónica la llevó a una dimensión superior, primero con la única compañía del piano, para que en el momento de cantar cada noche vendrá un destello a hacerme compañía, quienes vinieran a hacérsela fuese el resto de la banda, que ya la respaldó instrumentalmente, maravillosamente, hasta el final, con la canción que le permitió a Dana Internacional ganar el festival de Eurovisión del 98 y que en su título, Diva, lleva la definición de lo que es Mónica Naranjo: una de las más grandes divas españolas del pop.
Después de esta noche Mónica continuará su gira por Andalucía y en octubre por las Islas Canarias. En febrero todavía se internará en el Atlántico mucho más para realizar una gira por Estados Unidos. Al final a Mimétika Tour tendrá que quitarle la coletilla de 2023 porque concluirá el 16 de marzo en Madrid, como viene siendo habitual en las grandes giras de los artistas del mainstream español, con un gran concierto en el WiZink Center.
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