Cultura

Y Morales habitó entre nosotros

Femás 2015. Programa: Motetes In illo tempore y Lamentabatur Jacob, y Requiem a cinco voces, de Cristóbal de Morales. Director: Raúl Mallavibarrena. Lugar: Iglesia de San Alberto. Fecha: Jueves 19 de marzo. Aforo: Lleno.

Siglos se mantuvo el Lamentabatur Jacob del sevillano Cristóbal de Morales como obra favorita en el repertorio de la capilla papal, y décadas ha habido que esperar para escuchar en el Femás una interpretación a la altura de su extraordinaria calidad. Durante la demora los coros españoles han macerado sus voces, han trabajado una cantera vocal que permite hoy a conjuntos como Musica Ficta -buen ojo tuvo siempre Mallavibarrena para elegir voces frescas y prometedoras- lucir un espléndido sonido, abrillantado por una calidad de afinación hasta hace poco propiedad casi exclusiva de los coros ingleses -depositarios también en este tiempo de nuestro legado musical renacentista-.

Los disonantes retardos del Lamentabatur, bien afilados por el asturiano, hicieron brotar una emoción algo más esquiva en el imponente Requiem a 5. El coro -dos por cuerda, sin siquiera órgano como apoyo- subrayó con claridad, equilibrio y transparencia la austeridad extrema de una música fiel al canto gregoriano, al que sirve y que le sirve de fundamento, y tal vez por ello algo áspera al oído actual. Sin descomponer nunca el gesto musical, el director estuvo atento a dibujar las entradas imitativas y sus textos, y algo menos a destacar los giros cadenciales, algo ocultos entre el denso -y tenso- tejido del contrapunto.

Como carne trémula cincelada en duro mármol por Miguel Ángel surgió en la secuencia un tierno Pie Jesu, algo tembloroso, tal vez menos perfecto, pero de una humanidad que, unida a la perfección de la composición, nos hizo conocer brevemente lo sublime. Esperemos no esperar décadas para una próxima vez.

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