Penélope Cruz ha ganado este sábado la Copa Volpi a la mejor actriz de la 78 edición del Festival de Cine de Venecia por su trabajo en Madres paralelas de Pedro Almodóvar, convirtiéndose, además, en la primera española en lograrlo. Se agranda más aún de este modo el peso de Cruz, que ya se convirtiótambién –en el año 2009, por la comedia de Woody Allen Vicky Cristina Barcelona– en hacerse con un Oscar (en la modalidad de actriz de reparto).

Al recoger el galardón en el Palacio del Cine del Lido veneciano, la intérprete ha afirmado que este premio es "cien por cien" de Almodóvar: "Te adoro", le ha dicho al cineasta manchego, que contó con ella por primera vez en 1997, en Carne trémula, y desde entonces la convirtió en una de sus actrices fetiche, presente en Todo sobre mi madre (1999), Los abrazos rotos (2009), Dolor y gloria (2019) y Los amantes pasajeros (2013), con una breve aparición.

"Gracias por confiar en mí, por inspirarme en la búsqueda de la verdad fuera y dentro del set, por tu impecable trabajo ético, muy difícil de encontrar en estos días locos, por tu dedicación a los detalles, has creado magia de nuevo y estoy orgulloso de formar parte de ello", ha afirmado Cruz, que en Madres paralelas, un filme sobre la maternidad y la memoria histórica en España, da vida a Janis, una de las dos mujeres protagonistas –la otra es Milena Smit– que coinciden dando a luz a sus hijos en el hospital, lo que crea un nexo especial entre ellas. Janis es una fotógrafa que fue criada por su abuela y está empeñada en cumplir la última voluntad de ésta: encontrar los restos del bisabuelo fusilado y enterrado en una cuneta al principio de la Guerra Civil.

Penélope Cruz ha dedicado el premio a todo el reparto de la película, a su marido Javier Bardem, presente en la gala, a los hijos de ambos, Luna y Leo, y también a las "madres paralelas de mi vida": su madre Encarna, su “mejor maestra y amiga”, y su suegra Pilar Bardem, fallecida recientemente y de quien ha defendido que hizo "mucho" por los actores y actrices españoles. La actriz madrileña competía por partida doble, ya que también ha participado, en la Sección Oficial, en la comedia Competencia oficial, de los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat.

Por lo demás, la otra gran triunfadora del palmarés ha sido la francesa de origen libanés Audrey Diwan, directora de El acontecimiento, la historia de un aborto clandestino en la Francia de los años 60 que se alzó con el León de Oro a la mejor película de esta edición de la Mostra. La cinta está basada en la novela autobiográfica del mismo título de la francesa Annie Ernaux. "Hice esta película con rabia y con deseo, desde mis tripas, mi corazón y mi cabeza, quería que fuera una experiencia, hacer el viaje en la piel de esta joven mujer, que no la viéramos sino que fuéramos ella", ha declarado Diwan, sexta mujer que gana el León de Oro en la historia del festival.

El León de Plata Gran Premio del Jurado, segundo premio en importancia, fue para Paolo Sorrentino por Fue la mano de Dios, su película más autobiográfica, por la que además Filippo Scotti se llevó también el Premio Marcello Mastroianni al mejor actor emergente. La neozelandesa Jane Campion fue León de Plata a la mejor dirección por El poder del perro y el Premio Especial del Jurado fue asignado a Il buco, del italiano Michelangelo Frammartino. La Copa Volpi al mejor actor fue para el filipino John Arcilla por On the Job: The Missing 8, una historia basada en hechos reales sobre la represión a la prensa en su país. El galardón a mejor guión lo recogió una emocionada Maggie Gyllenhaal por La hija perdida, adaptación de una novela de Elena Ferrante y ópera prima de la actriz como directora.