El equipo Qubbet el-hawa excava el santuario de un dios egipcio

Octava campaña en Asuán

El equipo que dirige Alejandro Jiménez penetra por primera vez en los enterramientos situados junto al dios Heqaib, donde se espera hallar las cámaras funerarias de importantes personalidades de Elefantina, la ciudad desde la que se controlaba la entrada en el antiguo Egipto de productos exóticos de Nubia.

Encarna Maldonado / Febrero 2016

02 de febrero 2016 - 21:36

Vista de la parte exterior del santuario del gobernador convertido en deidad. / PROYECTO QUBBET EL-HAWA - UNIVERSIDAD DE JAÉN

¿Quién está enterrado junto al dios Heqaib? Esta es una de las múltiples incógnitas que el equipo multidicisciplinar que dirige el egiptólogo de la Universidad de Jaén Alejandro Jiménez pretende desvelar durante la octava campaña de excavaciones en la necrópolis Qubbet el-hawa, en Asuán (Egipto), que comenzó el pasado 4 de febrero y se prolonga hasta el 17 de marzo.

Heqaib, poderoso gobernador de Elefantina durante la VI Dinastía (2200 años antes de Cristo) fue convertido en dios tras su muerte, una decisión que sobre todo tuvo un importante sesgo político porque pretendía reafirmar el poder local frente al faraón en la gran ciudad desde la que se controlaba el acceso de mercancías y productos preciosos del reino nubio. “Ese nexo con el mundo divino era la manera de justificar su acceso al poder”, explica Alejandro Jiménez. Muchos gobernadores y grandes personajes de Elefantina quisieron subrayar después su poder eligiendo el santuario de Heqaib para su enterramientos. El Gobierno egipcio autorizó en junio al equipo andaluz empezar las excavaciones en esta zona, considerada una de las importantes de la necrópolis. Alejandro Jiménez admite que “les ha costado años” conseguir la luz verde. Antes han tenido que demostrar que “somos los más indicados” porque nunca nadie ha excavado el entorno del santuario.

El egiptólogo jienense es cauto con sus expectativas. “Esperamos que haya una tumba excavada en la roca de un personaje importante. Existen diferentes evidencias que indican que se trata de alguien de alto rango. Posiblemente un gobernador desconocido”, pronostica sin querer ir más allá. La primera labor del equipo ha sido determinar el área de excavación y buscar la roca madre “que ya se ve un poquito” porque ahí es donde estará tallado el enterramiento.

Alejandro Jiménez comprueba un pasadizo que comunica hacia otros enterramientos. A su lado un sarcófago./ PROYECTO QUBBET EL-HAWA - UNIVERSIDAD DE JAÉN

La octava campaña comprende excavaciones en cinco puntos. Junto con el santuario de Heqaib, se abordará también en la vertiente norte la excavación de una serie de tumbas en las que el año pasado encontraron los cuerpos de la familia gobernante de Elefantina del comienzo de la XII Dinastía, entre los que figuran el cuerpo intacto de la matriarca de la familia. En el mausoleo se han encontrado collares, pulseras con piedras preciosas e, incluso, una cajita con khol que todavía conserva la varilla para aplicar la pintura sobre los ojos de la fallecida, cuya identidad y nombre de la madre figura en una estela.

Las otras tres áreas de excavación se emplazan en la zona sur de la necrópolis: se sigue el trabajo en los nueve pozos funerarios donde está enterrado el primer gobernador de Elefantina, Serenput I (1900 antes de Cristo), se ha comenzado a trabajar la cerámica medieval que se ha encontrado junto a la entrada de dos tumbas localizadas hace dos años. Este punto tiene el interés de ser un basurero en el que se desechaban las piezas defectuosas. Su estudio ha permitido hallar nuevas formas cerámicas nunca vistas hasta ahora. Finalmente, prosigue el trabajo en la gran tumba QH33. Durante las últimas campañas se ha excavado el pozo funerario del gobernador de elefantina Heqaib III, en cuyo enterramiento aparecieron hace tres años restos del sarcófago, la máscara y el sudario. Los arqueólogos pretenden llegar este año a la tumba de Amenazy-Seneb, su hermano y también gobernador durante la última época de la XII Dinastía, un periodo dorado de la historia de Egipto gracias al auge económico que experimentó al controlar la región Nubia y en el que Elefantina, como frontera sur, tuvo un papel muy destacado político, porque le correspondía controlar la retaguardia del imperio, como económico, porque era el paso obligado pro el que las mercancías exóticas africanas llegaban hasta el faraón, como diplomático, por su acción internacional.

Todavía no han llegado a Ameny-Seneb, cuya tumba sospechan que ha podido ser objeto de saqueos en la antigüedad. Para penetrar en esta cámara deberán previamente completar el estudio y retirar los sarcófagos de seis individuos y un cocodrilo momificados que se hallaron el año pasado, así como excavar otro metro y medio de profundidad donde se mezclan enterramientos también de épocas posteriores. Alejandro Jiménez pone de relieve la dificultad de este trabajo que se realiza en un pozo de 13 metros de profundidad que les obliga a mantener severas normas de seguridad.

El equipo lo componen 22 personas, la mayoría de la Universidad de Jaén, aunque también participan la Universidad de Granada, la Autónoma de Madrid y el Museo Arqueológico Nacional, así como el Instituto Checo de Egiptología y un epigrafista de la Universidad Libre de Berlín. El grupo lo componen egiptólogos, arqueólogos, restauradores, ceramólogos, un ingeniero y expertos del Laboratorio de Antropología Física que dirige en la Universidad de Granada el catedrático Miguel Botella.

La actual campaña se financia gracias a un proyecto de I+D concedido por el Ministerio de Economía y Competitividad que ha permitido también contratar a tres investigadores, entre los que figura un doctor formado bajo la dirección de Alejandro Jiménez, que se reintegra al equipo después de realizar estancias en la Sorbona (Francia) y la Universidad de Berlín. El director de la excavación dirige en la actualidad otras seis tesis doctorales que se realizan al amparo de las excavaciones en la necrópolis de Qubbet al-hawa. Además, participa en a financiación la Gaselec, compañía de gas y electricidad de Melilla, y la fundación Qubbet al-hawa, creada por la Universidad de Jaén para facilitar la financiación de este proyecto que en campañas anteriores ha llegado a sostener en solitario.

Esta línea de investigación se implantó en la Universidad de Jaén de la mano de Alejandro Jiménez que llegó a esta institución gracias a un contrato del programa Ramón y Cajal. El egiptólogo, que llegó a la Universidad de Jaén gracias a un contrato Ramón y Cajal, es en la actualidad doctor contratado y aunque está acreditado a profesor titular por el momento calcula que deberán todavía esperar varios años para poder acceder a una plaza.

Alejandro Jiménez explora dos de las momias que se hallaron durante la campaña pasada. ./ PROYECTO QUBBET EL-HAWA - UNIVERSIDAD DE JAÉN

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