TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Gabi Martínez. Periodista y Escritor.

"Quiero que el lector se pregunte en qué punto de su historia se encuentra"

  • El autor barcelonés publica con la editorial Seix Barral 'Las defensas', novela donde recrea la historia real de un neurólogo internado en un psiquiátrico con un diagnóstico incorrecto.

El escritor barcelonés Gabi Martínez durante una estancia en Sevilla previa a su viaje a la Feria del Libro de Cádiz.

El escritor barcelonés Gabi Martínez durante una estancia en Sevilla previa a su viaje a la Feria del Libro de Cádiz. / belén vargas

La que trae Gabi Martínez (Barcelona, 1971) es una historia que comenzó en el día de las historias, en un encuentro en Sant Jordi. "Estaba a punto de salir de una firma a otra -rememora-, cuando se me acerca un señor sonriente diciéndome que tenía una historia que veía protagonizada por George Clooney. Le dije que muy bien, pero que tenía prisa y que si podía contármela en dos minutos: 'Soy neurocirujano, tuve un brote mal diagnosticado y pasé un año loco, fuera del mundo'. También me dijo que era buen lector, que le gustaba mucho Philiph Roth, y pensé que no pasaba nada por que al menos tomáramos un café".

Su protagonista -bautizado como Camilo Escobedo- tenía claro que no quería hacer un libro médico, al estilo de Oliver Sacks, sino contar su historia. "Y creo que yo fui el elegido porque, cuando nos conocimos, acababa de publicar Voy, libro con que el cerraba una etapa que había tenido que ver con el viaje y me exponía en primera persona de forma explícita. Debió pensar: 'Si esta persona es capaz de hacer eso consigo mismo, qué no hará con otros".

Y tenía razón. Las defensas (Seix Barral) es un relato crudo y poderoso sobre el derrumbe de un neurólogo especialista en autoinmunología al que diagnostican, erróneamente, un trastorno bipolar. Con el tiempo, a través de su recuperación, descubrirá que su mal se encuadra en la lista de enfermedades que estudiaba.

"Quedó claro que, si entrábamos en el terreno de la novela, haría mío el libro, ya estaría en mi territorio. Por otra parte -continúa-, él también quería saber qué había ocurrido durante ese año en el que estuvo fuera del mundo, porque había cosas que su entorno no le había explicado con claridad. Vino a sugerirme que actuara como escritor y como detective privado. A mí me atrae enseguida la historia porque veo que me va a permitir hablar de cómo se vive en una ciudad del primer mundo".

Eso, el "cómo se vive", va a resultar a fin de cuentas la clave de todo el relato y quizá, la razón por la que la novela se retrotrae décadas en el tiempo, convirtiéndose en narración biográfica: "El recorrido se inicia cuando el protagonista arranca con todas sus ilusiones en la vida hasta que, de repente, pierde la razón, en un brote que no es indiferente al estrés brutal al que hemos llegado a exponernos -explica Martínez-. Cuando Camilo se aplica el Test de Estrés con efecto retroactivo, en el que la franja de 150 a 300 computa como un rango de peligro, obtiene una marca de 506. La intención es que el lector se pregunte en qué momento de su historia, en referencia con el protagonista, podría encontrarse, e invita a la reacción. El estrés es un mal que alude particularmente a este país, que ostenta un altísimo consumo de ansiolíticos y antidepresivos".

La elaboración de Las defensas ha supuesto un episodio de inmersión creativa, no sólo a través de la documentación en temas neurológicos, sino a nivel de cercanía. Para un texto tan descarnado como el que presenta, Martínez ha escogido la primera persona: "El referente más claro que se me ocurre quizá sea Memorias de Adriano, con la gran diferencia de que mi protagonista no había muerto, claro. No había otra forma de poder contarlo transmitiendo toda la esencia. A fin de cuentas, supone una investigación profunda: leo muchos libros de especialistas, me entrevisto con el entorno médico y familiar del protagonista y, a partir de ahí, ideo una historia que se basa en la suya, aunque no exactamente igual. Lo importante, lo sabemos, es la verosimilitud, y creo que eso ocurre perfectamente".

La crisis que el autor refleja en Camilo Escobedo iba más allá de la palabra crisis -con un cuadro que, aprendió luego, se había asociado a menudo en el pasado a las posesiones diabólicas-. Pero su rendición, la entrega de armas, no es algo ajeno a la mayor parte de la población. De la población occidental, al menos, de los que vivimos para contarlo: "Las defensas habla de cómo manejarnos en esa sociedad que se vuelve contra uno -indica Gabi Martínez-. Nos dicen que todo esfuerzo tiene su recompensa, que los padres te quieren o que hay que quererlos, que tienes que casarte, tener familia, que has de obedecer a las figuras de autoridad... Y entonces, un día, descubres que esas defensas que debían servirte para estar en el mundo, van cayendo una tras otra". En un despliegue de reacción autoinmune elevado a la máxima potencia, "las defensas sociales, esas que debían servirte en tu día a día, se han vuelto contra ti. La destrucción de esas defensas avanza en paralelo con la de las defensas orgánicas del protagonista. El quidde esto es cómo nos adaptamos para rearmarnos con unas defensas que sean suficientes para salir adelante".

Gabi Martínez apunta a la empatía que sintió por "los ejes de la historia, algo que me ha pasado mucho con cada tema que toco, también como periodista", así como a la posibilidad de acercarse a un escenario que desconocía como otro de los atractivos que tuvo para él la propuesta: "Yo admiro a autores como Ian McEwan o Roth que decíamos antes, porque se ponen a sí mismos a prueba. Me reconozco en esa estirpe de investigación", indica.

"Además, este caso tiene algo excepcional: ser especialista le permitió observar la enfermedad desde dentro -señala-. La ventana al mundo que mantiene durante todo el proceso es precisamente la de sus conocimientos. Jugar con esa dicotomía, con ese saber y no poder expresar lo que se siente y percibe, es muy jugoso".

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