'Renacer'. Una ópera de Alberto Carretero

Una ópera sobre la creación

  • Alberto Carretero presenta en el Espacio Turina ‘Renacer’, una vídeo-ópera que acaba de estrenarse en el Teatro Odeón de Viena

Un momento del estreno de ‘Renacer’ el pasado 27 de noviembre en el Teatro Odeón de Viena.

Un momento del estreno de ‘Renacer’ el pasado 27 de noviembre en el Teatro Odeón de Viena. / Markus Sepperer - Wien Modern

En conversación mantenida con este periódico el pasado jueves, Alberto Carretero (Sevilla, 1985) se mostraba exultante tras el estreno en Viena el 27 de noviembre de Renacer, una vídeo-ópera nacida gracias a la Beca Leonardo de la Fundación BBVA: “El público reaccionó de forma muy calurosa y las críticas han sido muy buenas. Estoy contentísimo de haber podido presentar este trabajo en una ciudad tan emblemática para la música como Viena, en un festival tan importante como Wien Modern, en un teatro histórico como el Odeón. Y muy agradecido a la Fundación BBVA, que se involucró de lleno en el proyecto. Espero que en Sevilla vaya todo igual de bien.”

Renacer es una coproducción entre el Ensemble Phace, el Festival Wien Modern y el Espacio Turina, que la presenta el próximo martes dentro de su ciclo D X M (Drama x Música). La idea nació de la voluntad de fundir un ciclo de poemas de Francisco Deco, gran especialista en la poesía y el arte experimental y de vanguardia, “que estaba trabajando sobre conceptos que tenían que ver con el artista y la germinación de su trabajo creativo” y unas acuarelas de Juan Lacomba, “que tenían como objeto la naturaleza de la marisma”. Para crear una dramaturgia con todo eso “incluimos en el proyecto a Miguel Alonso, de Cyan Animática, que es quien pone en movimiento las pinturas de Lacomba”.

Dividida en tres secciones (“Colores ácidos”, “Colores oscuros”, “Colores claros”), la obra no tiene una línea narrativa convencional, sino que “es más bien como una serie de círculos concéntricos o una espiral que te va llevando a otro nivel. Hay muchas capas de comprensión, uno tiene que ir de alguna manera navegando entre toda esa lluvia de estímulos; todos giran en torno al mismo tema, la creación, la germinación, lo que tiene que nacer, lo que renace, toda esa fuerza de lo que es creado”.

La obra está instrumentada para siete solistas (flauta, clarinete, trompeta, trombón, percusión, violín y contrabajo) que serán del Ensemble Phace, conjunto vienés que tiene por director artístico a Reinhard Fuchs, aunque para la ocasión será dirigido por el asturiano Nacho de Paz (Oviedo, 1974), un maestro especializado en la música de los siglos XX y XXI. Se incluye también la voz de Johanna Vargas, una soprano colombiana “que tiene una paleta de colores inmensa y un registro amplísimo, desde graves muy graves hasta agudos de vértigo. Ella interpreta los poemas, que se cantan, se dicen, se gritan, se susurran... Utilizo muchas capas en esos ciclos de renacimiento, esas espirales, que también tienen un reflejo en la voz, que va mutando, a veces puede recordar a una cantante renacentista, otras veces a una cantante de jazz, otras a una mujer mayor, a una mujer joven, va cambiando mucho…”.

Nacho de Paz y Alberto Carretero saludando al final de la interpretación en Viena. Nacho de Paz y Alberto Carretero saludando al final de  la interpretación en Viena.

Nacho de Paz y Alberto Carretero saludando al final de la interpretación en Viena. / Markus Sepperer - Wien Modern

La producción exige además un ingeniero de sonido (que será Alfred Reiter), ya que Renacer incluye una parte electrónica, una cinta electroacústica, “que se escucha en falso tiempo real. Está todo grabado, pero en algunos momentos crea la ilusión de estar modificando lo que sucede en la escena, parece que reacciona a los sonidos que llegan de ella”.

El de la vídeo-ópera es un género que tiene una historia reciente, pero ya con títulos significativos como An Index of Metals de Fausto Romitelli (que presentó en Sevilla Zahir Ensemble el año 2016) o The Cave de Steve Reich. Al público no especialmente familiarizado con la música contemporánea que quiera acercarse al Espacio Turina, Carretero recomienda “ir sin ningún tipo de prejuicios. Lo que verá es un espectáculo para los sentidos. Hay que dejarse llevar por ese laberinto y no tratar de buscar inmediatamente las salidas, la salida llegará (o no). Ahora bien, quien espere escuchar La Bohème ya le digo que no va a ser La Bohème, una obra maravillosa, por otro lado”.

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