Icónica Sevilla Fest

Rigoberta Bandini: "En el 2023 empiezo otra etapa de creación que no sé dónde me va a llevar"

  • Entrevistamos a Rigoberta Bandini con motivo del concierto que dará en Icónica Sevilla Fest y el lanzamiento de su nuevo disco

Rigoberta Bandini

Rigoberta Bandini / D.S.

Dos veces ha estado ya Rigoberta Bandini en Sevilla; la segunda, el pasado mes de mayo, con un concierto en el festival Interestelar muy lastrado por el batiburrillo de agudos y la falta de pegada en los graves de que adoleció el sonido del escenario que le tocó. Sin embargo, en su primera visita, en agosto del pasado año, con los rigores de la pandemia muy suavizados, pero todavía en vigor las medidas de prevención, puso de pie en el PopCAAC a 2.000 personas, cantando, saltando y bailando en los cinco centímetros cuadrados de delante de sus sillas, rebelándose contra la norma establecida porque era lo que le pedían sus cinco sentidos, a la vez que cumpliéndola escrupulosamente sin mezclarse con nadie del entorno porque era lo que le pedía la razón; la situación creada pudo parecer un contrasentido, pero fue un momento bellísimo y lleno de simbolismo, uno de los mejores efectos visuales y sonoros que se vivieron en un concierto en nuestra ciudad desde hacía tiempo.

Ahora regresa formando parte de la programación de Icónica Sevilla Fest, para dar otro concierto en la Plaza de España, el jueves, día 13, que es del que comenzamos hablando en la entrevista que ha concedido a nuestro periódico.

-¿Va a ser esta una de esas noches en que salga el sol, como recordaba usted en la canción de Jaume Sisa que versionó, con un gusto inmenso a mi parecer, en su primer concierto sevillano?

-Va a ser un concierto muy bonito porque estrenamos nuevo show. Hay canciones que estaban ya en aquel verano que siguen ahora, pero muchas se han sumado, por lo que siento que el soufflé ha crecido y es un concierto con muchísimo más repertorio; venimos, además, con bailarinas, con unas luces increíbles y está mucho más teatralizado. Hemos estado currando estas últimas semanas en levantar un show emotivo, pero también a la vez en algún momento más íntimo, porque en los festivales, en verano, siempre se te exige que interpretes canciones que se puedan bailar, no vas a hacer unas baladas allí en medio del festival. Siento que este es el show más completo que he tenido hasta ahora; hay una celebración de todo lo que ha pasado, hay momentos catárticos, porque tengo mucho lololó, mucho bombo a negras y mucha canción bailonga, pero también hay mucha emoción. Tengo muchas ganas de empezar, porque lo estrenamos en Alicante y después en Sevilla.

-Me llama la atención eso que me dice del estreno, porque la promoción de su nuevo disco -La Emperatriz, editado el pasado viernes- habla del apoyo de una gira de despedida temporal de los escenarios que, con todo el aforo agotado, comenzará en el Wizink Center de Madrid este 14 de octubre. Pero aquí en Sevilla va a estar un día antes, el 13, e incluso me habla usted de una fecha anterior a la nuestra.

-No sé por qué se dice que primero es en el Wizink; igual es que los medios cogen una cosa y luego los demás se hacen eco de eso y lo van repitiendo, pero nosotros siempre hemos anunciado la gira toda conjunta: empezamos el 11 en Alicante, el 13 en Sevilla y después el 14 en el Wizink, esa es nuestra primera semana. Pero, vamos, que los tres conciertos son igual de importantes para nosotros y estamos muy ilusionados con todos.

-En sus conciertos le he escuchado tanto a Sisa, lo que me hace pensar en una influencia de la cançó e incluso del roc catalá, como el Corazón contento y el La la lá, que me lleva a la sensación de que lo que le gustaba de verdad era la música más ligera. En el disco que acaba de editar hay además otros referentes; por no hablar del Así bailaba, que nos lleva a los Payasos de la Tele, aunque revirtiendo su significado original, encontramos la canción que le da título, La emperatriz, llena de aires del Aleluya de Aute y hay también una canción que se titula Julio Iglesias, no sé si de forma irónica, llena a su vez de otros referentes muy distintos, desde Moustaki hasta el festival de Benicassim. ¿Cuál es en realidad su bagaje musical?

-Todo ese que comenta usted, más grupos contemporáneos. Desde la música del Festival de Benidorm antiguo, Julio Iglesias, Mocedades, Raphael, Jeannette; grupos y cantantes de aquellos años que me han inspirado mucho, sobre todo porque es la música que escuchaba en el coche de mis padres, es la música que me ha hecho llorar de pequeña y me ha llevado a querer escribir canciones; Joan Manuel Serrat fue un referente para siempre; Georges Moustaki, Franco Battiato, todas esas personas son superimportantes y también lo son Daft Punk, Angel, Stromae, muchísimos grupos contemporáneos que hacen electrónica, que me emociona; el Gigi D’Agostino de los 2000... como que hago una mezcla en mi cabeza y sale después la música que sale, pero es que son muy eclécticos mis referentes.

"Para mí componer es un acto espiritual; busco qué hay en mí, qué quiero contar y después es la gente la que lo convierte en himnos"

-¿Las atractivas instrumentaciones sincopadas y las percusiones electrónicas con que acompaña sus canciones son obra de Esteban Navarro y Juanma Barenys, o de Stefano Maccarrone, o usted también participa de los montajes musicales y arreglos?

-La producción de las canciones es sobre todo de Esteban, Stefano y de otros productores que han participado en el disco, pero yo siempre estoy supervisando; siempre estoy en el estudio con ellos y sobre todo tengo muy claro lo que no me gusta, los caminos que no hay que recorrer. Es un trabajo en equipo, aunque el curro de producción no es mi mérito; hay productores increíbles que han participado y son mérito suyo esas percusiones tan potentes de las que usted habla.

-Dejando claro que tenía usted piezas de indudable calidad, como Too many drugs y sus ritmos house, ¿le hubiesen valido de algo para salir adelante sin canciones como Perra y Ay mamá, llenas de connotaciones más allá de las musicales? ¿Fue usted un producto coyuntural sacado a flote sin una trayectoria de reconocida calidad que la respaldara?

-Yo no puedo escribir sobre cosas que no me afectan a mí; las connotaciones te las pone después el público. Yo solo he escrito canciones que me han salido realmente de dentro, porque para mí componer es como un acto espiritual; busco a ver que hay en mí, qué quiero contar y después es la gente la que lo convierte en himnos, en lo que ellas o ellos consideren, porque la verdad es que In Spain we call it soledad es una canción con poco mensaje político en este sentido, fue la primera y se escuchó muchísimo. Es todo muy random, no hay fórmulas, las canciones llegan o no a la gente de la manera que llegan y yo agradecida de que ocurra; pero no puedes buscar, no está a tu alcance, sino que tú como compositora las lanzas y la gente las recibe.

Rigoberta Bandini Rigoberta Bandini

Rigoberta Bandini / EFE

-¿A qué se debió dedicarse a la música cuando usted se había movido por otros terrenos culturales como el teatro, el cine, el doblaje, la escritura…?

-Componer canciones es lo que más me define, lo que pasa es que no lo he hecho siempre público; sí que tuve un grupo durante muchos años -The Mamzelles-, que éramos tres chicas y cantábamos sobre todo en catalán, pero llevo componiendo canciones desde que tengo ocho o nueve años, desde que empecé a tocar la guitarra, y para mí es mi día a día. Mi familia y mi gente cercana saben que mi vida siempre ha consistido en -pone voz de niña- vamos a la cocina, que os enseño una canción nueva. Es algo que forma parte de mi cotidianeidad, lo que ha cambiado ahora es que mis espectadores en lugar de ser mis padres en la cocina pues están en toda España; pero realmente la música siempre ha sido mi máxima cómplice creativa, aunque hayan podido existir el teatro, el doblaje, la escritura más literaria. Componer canciones siempre ha estado ahí.

-Hablemos más del disco que editó el viernes pasado. Contiene más canciones antiguas que nuevas, ¿no le apetecía sacar una buena obra inédita mejor que un disco de grandes éxitos para inaugurar su nueva carrera discográfica? ¿Tiene algo que ver que en realidad sea una especie de retrospectiva que cierre una etapa?

-Es un disco que no es al uso porque nada de lo que ha pasado en mi carrera ha sido al uso; porque yo ya estaba haciendo conciertos cuando tenía solo tres temas, así que todo ha sido muy espontáneo y me importa bastante poco como se hagan las cosas o como se tienen que hacer, porque las normas muchas veces está demostrado que son absurdas; al principio me decía la gente: ostras, sin un disco, o sin un videoclip… pues yo sin disco y sin videoclip ya estaba haciendo conciertos. Todo es muy relativo y pienso que este disco ha sido una necesidad que he sentido de enmarcar gran parte del trabajo para sentir que puedo avanzar como artista; sí que había mucha presión para que sacase muchas canciones nuevas, pero yo no sentía que tenía que ser así; para mí este álbum lo constituyen muchas canciones que ya forman parte de la gente y solo quería juntar las que yo creo que eran necesarias y por suerte la gente lo estás entendiendo y lo está recibiendo muy bien.

-¿La etapa que abra usted con el nuevo año va a ser tan diferente a la que se quedas atrás?

-La verdad, no tengo ni idea. Y eso es lo que me gusta, porque a mí me gusta la aventura, el cambio y ahora en el 2023 empiezo otra etapa de creación que no sé dónde me va a llevar.

-¿Por qué ha autoeditado el disco, no hay ningún sello discográfico que se haya interesado en él?

-Hay muchos que se interesaron, lo que pasa es que la que no estaba interesada soy yo. Al final me siento muy cómoda teniendo el poder de dirigir mi propia carrera junto con mi equipo, que es bastante reducido y, de momento, eso no hay discográfica que me lo compense por ningún lado. Es muy satisfactorio poder tener tú las riendas de tu propio proyecto, poder decidir cuando empiezas, cuando terminas; de momento esa libertad es muy valiosa y no la voy a cambiar, pero nunca digas nunca jamás; soy consciente de que a lo mejor en algún momento necesito una major para crecer e igual lo haré con ella.

"Hay cosas en las que soy conservadora y otras en las que soy progresista. Creo que estamos demasiado polarizados y es incomodísimo"

-¿Se siente usted cómoda con la bandera feminista que le han puesto en las manos a raíz de sus canciones?

-Yo me siento orgullosa de ser feminista porque lo soy en mi vida real, pero después es cierto que las politizaciones nunca son cómodas; Es que yo las canciones las hago desde otro lugar y en algún momento sí que ha sido incómodo cuando se han politizado en exceso, sobre todo porque vivimos en una sociedad donde todo el rato necesitan encasillarte, que sí de izquierdas, de derechas, feminista… y conmigo a veces les explota el tarro, porque yo digo: a ver, yo soy creyente, pero soy feminista, -remedando voz cansina y rápida- pero si eres de derechas no puedes ser de izquierdas… ¡dejadme en paz!; soy de todo y de nada a la vez, hago canciones de cosas que me mueven y hay cosas en las que soy conservadora y otras en las que soy progresista; y eso puede existir porque es una realidad que tenemos muchas personas. También me parece que es necesario ser honesta con mi público y sí, soy feminista y por eso muchas de mis canciones los son, pero no es un corsé como para encasillarme en un lugar y no ser nada más; creo que estamos demasiado polarizados y es incomodísimo.

-¿Y no cree usted que el icono feminista en que la ha convertido la gente se ha tragado a la artista en que se ha ido convirtiendo usted misma?

-Yo no tengo ese miedo porque con cada canción tengo la oportunidad de explicar cosas diferentes y lo voy haciendo; y así muestro muchas caras de mí. Entonces, el icono feminista existe, pero también existe la Paula Julio Iglesias -su nombre real es Paula Ribó-; quiero decir, que creo que hay muchas Rigobertas y la verdad es que no temo que unas se traguen a las otras.

-Su feminismo se ha politizado mucho; se han referido a él desde políticas notables del PP hasta la propia ministra de Igualdad. ¿Cuáles son sus convicciones políticas y sociales?

-No somos una única cosa; yo me considero una mujer progresista, una mujer feminista, pero también una mujer espiritual que da mucha importancia a la célula familiar, por ejemplo; me siento a veces excluida de todos los lugares, porque para mí una cosa no es incompatible con la otra; para mí la espiritualidad está muy vinculada al amor, no a la separación. Sinceramente, me cuesta a veces saber qué soy, pero sé que quiero ser honesta en mis canciones y que me muestro transparente con mi gente siempre.

-¿Cómo van a ser las canciones de su nueva etapa? ¿Seguirá ese compromiso social y feminista, serán de temas familiares, cotidianos, ejercicios de literatura y poesía?

-En mi mente está hablar de lo que en ese momento me pida el cuerpo; cada canción sale de ese ritual conmigo misma, de ver de qué me apetece hablar; entonces, voy a seguir hablando de lo que a mí me apetezca, desde canciones de amor a mi hijo hasta quiero ser una perra, porque los dos aspectos forman parte de mí.

-Dígame, para terminar, si ya tiene usted compuestas algunas de esas canciones.

-Sí que tengo muchísimas canciones en discos duros, pero no sé si saldrán nunca, no sé si formarán parte del próximo álbum, de verdad, no tengo ni idea.

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