Agustín Martínez: "Hemos validado la idea de éxito como el motor de cualquier vida"
El autor y miembro del colectivo literario Carmen Mola inaugura la tercera edición de Mairena Black con 'El esplendor' (Planeta), un imprevisible viaje existencial y geográfico en búsqueda de respuestas
Carmen Mola: “Hoy todo, incluso el ser humano, se puede convertir en mercancía”

Hoy, jueves 6 de febrero, arranca la tercera edición de Mairena Black, un evento literario en el que el municipio sevillano de Mairena del Aljarafe se convierte en capital de la novela negra. Este año, la visitarán autores de la talla de Blue Jeans, Nagore Suárez y Agustín Martínez. El guionista y miembro del colectivo Carmen Mola acaba de publicar El esplendor (Planeta), un imprevisible viaje existencial y geográfico en búsqueda de respuestas.
Pregunta.¿Cómo surgió El Esplendor?
Respuesta.Por un lado, me apetecía construir una historia de suspense que no fuera el procedimental clásico, con un cadáver en las primeras páginas y la consiguiente investigación. Por otro, la situación que da inicio a la novela: Rebeca es una cazadora de herencias y ha hecho un viaje de trabajo. Al regresar, César, su pareja, se la encuentra en casa, víctima de una crisis de catatonia, completamente paralizada. En el hospital descubre que, además, tiene dos costillas rotas y puede haber sufrido una agresión sexual. La cantidad de preguntas que generaba esta situación (¿qué ha vivido Rebeca para que su cuerpo reaccione de esa manera tan traumática?, ¿quién le ha hecho daño?, ¿en qué consistía el caso en el que estaba trabajando?) son las que me impulsaron a escribir El Esplendor. Necesitaba tanto como los personajes dar respuesta a esas incógnitas.
P.Rebeca y César pueden parecer que se dedican a actividades muy peculiares, pero en realidad vivimos en un tiempo donde los buscavidas proliferan, ¿no le parece?
R.Es cierto que las profesiones no son las habituales, César es algo así como un guía de lujo de la noche madrileña y Rebeca se dedica a buscar a los herederos de personas que han fallecido sin dejar testamento para quedarse con parte de la herencia. Dos caminos que, además, los llevan a ocultar quiénes son realmente. No sé si es frecuente la existencia de estos personajes en la vida real, lo que sí pienso es que estos buscavidas o farsantes generan cierta admiración, porque, de una manera u otra, a todos nos gustaría tener esa capacidad para encontrar los atajos y colarnos en lo más alto de la sociedad.
P.Una sociedad donde el dinero, y el poder (como posesión), parece que son las grandes aspiraciones.
R.Es una reflexión que se plantea en las páginas de El Esplendor. El ser humano forma su identidad y su sistema de valores conforme a una meta. Si este objetivo es el poder o cumplir todos nuestros deseos, ¿cómo nos afecta? Y cuando ya tengamos todo lo que la moralidad o la ley nos permite, ¿nos parecerá suficiente? En nuestra sociedad se ha validado la idea de éxito (económico, social, laboral) como el motor de cualquier vida y, en la novela, me pregunto si esa idea puede ser la causa de que surjan ciertos monstruos. Mientras escribía no podía evitar pensar en algunos casos que hemos leído en los periódicos, como el de Epstein o, más recientemente, el de P. Diddy. Porque la novela explora ese límite: ¿qué deseas después de haber conseguido todos tus deseos?
P.Su narrativa se caracteriza por bucear en la psicología de sus personajes. ¿Cómo son César y Rebeca y, sobre todo, a qué aspiran?
R.Ambos son personajes complejos, erigidos sobre un pasado difícil del que quieren huir. De alguna manera, necesitan reinventarse. Me gusta pensar en ellos como en dos Ícaros modernos: son jóvenes, están enamorados, y son ambiciosos. Aunque es un mundo al que no pertenecen, quieren formar parte de ese mundo que todos vemos en las redes sociales o en la televisión: las fiestas, el lujo… Sin embargo, en su intento por alcanzar esa meta, puede que se acaben quemando las alas. Que pierdan aquello que los hacía especiales y que no es otra cosa que el amor que los une.
P. En El esplendor deja claro que el mapa sobre el que se extienden nuestras vidas no está del todo perfilado. O al menos así sucede con César y Rebeca.
R.Es un juego que está muy presente en la novela: la reinvención de uno mismo. ¿Es posible olvidar qué ha sido tu vida y empezar de cero? Crear una nueva identidad. ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con vivir una vida completamente distinta a la que ha tenido? Sin embargo, el pasado es pertinaz y, aunque uno intente dejarlo atrás, termina por salir a la luz.
Me apetecía construir una historia de suspense que no fuera el procedimental clásico”
P.Leyéndole, es inevitable percibir su vertiente audiovisual, ¿juega a su favor, es un recurso o puede entenderse como un freno o tope?
R.La influencia audiovisual no creo que esté solo presente en mi por el hecho de ser también guionista. Creo que es algo común a toda mi generación: hemos consumido tanto cine, o más, como literatura y es inevitable que esa narrativa se filtre en nuestro trabajo. Yo, desde luego, no lo considero un freno; creo que nos ayuda a crear tramas bien estructuradas y a tener una prosa visual que facilita que el lector vea lo que lee.
P.La geografía juega un papel esencial en El esplendor, casi es una road movie.
R.Siempre he dado mucha importancia al espacio donde se desarrollan las historias. En mis novelas, el paisaje funciona como un espejo de los conflictos que viven los personajes. En el caso de El Esplendor, el hallazgo de Alderney fue fundamental. La historia de esta isla del Canal de la Mancha, que estuvo ocupada por los nazis y se convirtió en un campo de concentración donde murieron muchos españoles, resume también de alguna forma el viaje emocional que hacen los protagonistas.
El ser humano forma su identidad y su sistema de valores conforme a una meta"
P.¿El escritor Agustín Martínez, por sí solo, es el mismo que forma parte de Carmen Mola?
R.Soy el mismo escritor, aunque la forma de escribir dentro o fuera de Carmen Mola sea distinta. Es poco habitual en la literatura y algo normal en el guion: uno puede pasar de escribir drama a comedia musical o thriller. La versatilidad forma parte del oficio.
P.Le podremos ver hoy inaugurando Mairena Black, en su tercera edición, siguiendo la estela de Víctor del Árbol o César P Gellida, ¿cómo lo lleva, qué piensa de los festivales negros?
R.Lo primero, es un honor seguir la estela de Víctor y César, que son dos magníficos autores de novela negra. Respecto a los festivales, desde que empecé con Monteperdido, he visto cómo se han ido multiplicando por toda la geografía española y me alegro. Primero, porque demuestra la buena salud del género y segundo porque en muchos festivales me he encontrado con una gran afluencia de público y eso es lo más importante: conseguir conectar con los lectores.
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