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Música

En la corte de Diego del Gastor

  • Steve Kahn e Ignacio González, artífices de la muestra que acogen las salas Imagen y Chicarreros hasta el 1 de noviembre, rescatan el flamenco íntimo de los pueblos del sur

El fotoperiodista Steve Kahn (Los Ángeles, California, 1943) coincidió hace seis años en Granada, en un seminario organizado por el Centro de investigaciones etnológicas Ángel Ganivet, con la fotógrafa Isabel Steva Colita, posiblemente la primera que sistematizó el retrato flamenco en España a través de sus trabajos con la bailaora Carmen Amaya. Ese encuentro sería decisivo para este norteamericano que compartiera tantas fiestas y horas de guitarra con su maestro Diego del Gastor en el Morón de los años 60 y 70 del siglo pasado. "Fue en Granada donde decidí recopilar, preservar y publicar el material, los negativos y las cintas que dan testimonio de aquellos años inolvidables", explica Kahn a propósito de la génesis de Flamenco Project. Esta exposición, que puede verse hasta el 1 de noviembre en las salas Chicarreros e Imagen y ha sido producida por la Obra Social de Cajasol, descubre a través de fotografías, grabaciones y documentales la invasión extranjera sin precedentes que los pueblos de Andalucía conocieron, en la recta final del franquismo, por parte de una serie de intrépidos aficionados que quisieron experimentar personalmente el arte jondo. Muchos de ellos, como Steve Kahn, William Davidson, Ira Gavrin o David George, no sólo vinieron a estudiar una música que cambiaría radicalmente sus vidas, sino que se convirtieron en improvisados reporteros de un período de fértil intercambio cultural en el que participaron muchos de los grandes artistas flamencos del siglo XX. "Vivía como un flamenco más en ese territorio que conforman Morón, Lebrija, Utrera, Sevilla y Alcalá", recuerda Steve Kahn, quien en 1967, cuando aterrizó en Morón, era todavía un estudiante de Física becado por la Universidad de Nueva York. "Vine para aprender ese toque primitivo, elegante, familiar, remoto y absolutamente único de Diego del Gastor, quien sería mi maestro, mi amigo y la llave a un flamenco entendido como forma de vida", sentencia de un período inicial que, de tres meses, se amplió a dos años.

En su labor de recuperación documental, Steve ha contado con la ayuda de Ignacio González, director de Photovision y gran conocedor de aquellos encuentros flamencos por ser él mismo natural de Utrera. "La mayoría de los negativos que recopiló Steve estaban en mal estado. Alejandro Sosa y yo hemos tenido que realizar un minucioso y complicado trabajo de tratamiento y digitalización de esas imágenes. Todas las copias se han hecho aquí, en Utrera, sobre papeles de algodón", explica Ignacio González, comisario junto con Kahn de la exposición, primera entrega de lo que se plantea como un proyecto cultural de largo alcance. Además de su itinerancia por otras capitales andaluzas, como Córdoba, la muestra aspira a desembarcar en América, a la manera de los cantes de ida y vuelta, a través del Instituto Cervantes; además, se han interesado por ella la Universidad de Salamanca, el Festival de Nimes y el del Cante de las Minas, que le ha concedido este año su premio de Artes Plásticas.

"En 2003, cuando vi por primera vez una parte de este material, me enfrenté a todas esas imágenes que nosotros, los fotógrafos del sur de Sevilla, hubiéramos querido hacer en esas bodas y bautizos donde no nos atrevíamos, por pudor, a sacar la cámara", explica Ignacio González de unas tomas que se mueven en el registro documental pero cuyo gran valor es su intimidad.

Son trabajos que acercan al público y preservan para la posteridad unas escenas familiares donde aparecen Bernardo Peña y La Perrata en la puerta de su casa lebrijana; Fernanda de Utrera y Miguel Funi cantando y bailando en la Feria de Morón de 1970; Aurora Vargas y Juan del Gastor por bulerías en la Feria de Sevilla o una concurrida fiesta en la Bodega Mendaro de Lebrija en la que el mítico Pedro Bacán dirige con su guitarra a un coro en estado de gracia: Inés Bacán, La Fernanda, Pedro Peña, Luis El Zambo, Ana La Turronera...

Como Kahn, muchos autores que exhiben sus trabajos en Flamenco Project no eran fotógrafos al llegar a España. "Cogerán la cámara al descubrir este material de un gran valor antropológico que preserva estilos, músicas y personajes de los que apenas existían imágenes, como el portuense Anzonini", puntualiza Ignacio González.

Ricardo Pachón añade, en el cuaderno didáctico editado para la exposición, que el material recopilado por ellos conforma "el documento más importante de la historia grabada del flamenco". Y es que aquellos extranjeros disponían de una tecnología desconocida entonces en España, como demuestran las grabaciones con magnetófonos portátiles de Christopher Carnes y María Silver. La muestra resume así, a través de 75 fotografías, 2 películas, 6 grabaciones originales de fiestas privadas y un sitio digital lo que la vida significó en aquellos años para los pupilos foráneos de Diego del Gastor.

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