La danza andaluza protagoniza el Festival Flamenco de Milán
Flamenco
Rafaela Carrasco, Juan Tomás de la Molía y Eduardo Guerrero presentarán sus trabajos la semana próxima en el emblemático teatro Strehler de la capital italiana

Al igual que América durante la Guerra Civil española, Italia ha acogido siempre al flamenco y a los flamencos con respeto y admiración, y Milán ha sido un buen ejemplo de ello. Baste recordar que, antes incluso de que un genio como Antonio el Bailarín pudiera poner por primera vez unas botas de tacón en el Liceo de Barcelona (fue en 1960), ya había cosechado uno de sus mayores éxitos en ese templo milanés de la ópera y la música culta que es el Teatro alla Scala.
Fue en 1952 cuando, invitado por el célebre Leonide Massine a interpretar el papel del Molinero en su versión de El sombrero de tres picos -que contó, entre otras cosas, con el fantástico vestuario de Picasso-, el artista sevillano puso en pie al teatro con su farruca. Un éxito que luego repetiría él mismo al año siguiente con otro programa y, más tarde, otros grandes bailarines, como Antonio Gades – cuya carrera incipiente de coreógrafo fue apoyada incondicionalmente por Gian Carlo Menotti en el Festival de Spoleto- y, más tarde, José Antonio Ruiz.
A pesar de la afición creada, no existía, ni en Milán ni en el resto de Italia, un festival especializado en flamenco hasta que una persona, una mujer enamorada de este arte como Mariarosaria Mottola, lo creó hace ya 18 años.
Mottola, que ahora se dedica a la docencia en su propia academia, había vivido diez años en España y, a su regreso, en 2002, creó la asociación cultural Punto Flamenco, paraguas bajo el cual, al año siguiente creó el Milano Flamenco Festival. Un festival que se ha ido llenando poco a poco de contenido gracias a su esfuerzo personal y a algunas colaboraciones entre las que se cuentan hoy las del INAEM, la Oficina Cultural de la Embajada de España o el Instituto Cervantes.
Desde sus inicios, el Festival ha acogido a más de 65 compañías, tanto de flamenco tradicional como de vanguardia, sirviendo de escaparate de la creación flamenca, aún mayoritariamente andaluza.
Los espectáculos tienen lugar en el teatro Strehler, uno de los templos del teatro italiano puesto que es la sede principal del mítico Piccolo Teatro creado por Giorgio Strehler, dirigido luego por Luca Ronconi y, desde 2020, por Claudio Longhi.
En él y bajo el lema de Sin límites, en referencia a la necesidad de los artistas de explorar y superar cualquier confín a la hora de desarrollar sus potencialidades, este año será la sevillana Rafaela Carrasco (Premio Nacional de Danza 2023) la encargada de abrir el Festival el próximo día 16 de junio con el estreno en Italia de uno de sus espectáculos más especiales: Nocturna. Arquitectura del insomnio. Una exploración bailada en torno a las reflexiones, las ensoñaciones y los sentimientos que nos abordan por la noche cuando no logramos dormir.
Junto a ella, en esta ocasión sin más músicos en escena que la cantaora Gema Caballero, dará alas a sus fantasías un grupo de magníficas bailarinas tanto de flamenco como de danza española.
El miércoles 18 de junio llegará uno de los jóvenes bailaores más aclamados del momento, Premio Artista Revelación del Festival de Jerez 2024 y ya conocido del público milanés gracias a su intervención en la obra de Manuel Liñán triunfadora en la pasada edición del Festival, Muerta de Amor.
Se trata de Juan Tomás de la Molía (Trebujena, Cádiz, 1990) y su espectáculo Vertebrado, es una sencilla pieza dirigida por Manuel Liñán en la que el gaditano explora uno de los estilos más emblemáticos del flamenco y de su tierra: la bulería.
Y cerrará el ciclo, el viernes 20 de junio, la Compañía de Eduardo Guerrero, entre otras cosas, Premio Lorca al Mejor Bailarín en 2022. Su espectáculo, Debajo de los pies, representa una inmersión en su universo personal, en la que, junto a cuatro magníficos músicos, el gaditano comparte baile con dos estupendas bailaoras granadinas muy diferentes entre sí como son Sara Jiménez y Clara Checa Fernández.
Los espectáculos, sin embargo, no son más que una modesta parte de un Festival que, prácticamente durante todo el mes de junio, desarrolla un amplísimo número de actividades complementarias que la directora ha dividido en programas denominados ‘Flamenco para todos’, ‘Masterclass y talleres’, ‘Flamenco inclusivo’, ‘Tertulias’, ‘Encuentros con los artistas’ y ‘Videocreaciones’, estas últimas con la presencia este año de Patricio Hidalgo.
Un montón de motivos para hacer una escapadita a Milán, a disfrutar de un buen flamenco y de los numerosos atractivos que ofrece la ciudad.
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