El Teatro de la Maestranza retoma su tradición de trasladar al espectador, por estas fechas, a los parajes donde la danza se encuentra con la fantasía. Después de las revisiones de La Bella Durmiente, La Cenicienta o El Cascanueces que trajeron compañías como el Ballet de Baviera, el English National Ballet o el Ballet de Dusseldorf en los años anteriores, esta semana -a partir de hoy y hasta el sábado- es el Ballet de la Ópera de Varsovia y la Ópera Nacional de Polonia la formación encargada de llevar a escena otro cuento, La Bayadère, una de las composiciones emblemáticas del austriaco Ludwig Minkus y pieza clave del repertorio clásico.

Aunque la coreografía de La Bayadère fue creada por uno de los referentes del género, Marius Petipa, que estrenó la primera producción de esta obra en 1877 en el Teatro Bolshoi de San Petersburgo, en el Maestranza se verá la versión que hizo la bailarina Natalia Makarova junto al compositor británico John Lanchbery, concebida en un principio para el American Ballet Theatre (1984) y en gira con el Ballet de la Ópera de Varsovia desde 2004. "La versión que realizó Makarova de La Bayadère enriqueció la obra. Ella cambió el final, pero no el espíritu: hace más completa la historia", asegura el director artístico de la compañía polaca, Krzysztof Pastor, quien destacó como uno de los momentos más "espectaculares" la escena del Reino de las Sombras, un pasaje en el que muchos espectadores encontrarán similitudes con El lago de los cisnes, del que La Bayadère podría verse como un ilustre precedente ya que se creó casi 20 años antes.

La adaptación de este ballet es una de las producciones en las que se ha especializado la compañía polaca: Pastor cuenta que en Varsovia tienen "varios grupos que interpretan esta obra", pero precisa que a Sevilla han venido "los mejores bailarines, unos 55. Y muchos intérpretes tienen dobles porque sus papeles son muy exigentes desde el punto de vista físico", explica un profesional que ha colaborado con instituciones como el ballet del Bolshoi, el Nacional de Holanda o la Ópera de Dresde, que, tras años de ausencia de Polonia, aceptó regresar para dirigir el Ballet de la Ópera de Varsovia con el propósito de "elevar su independencia artística".

Mientras, el director musical, Tadeusz Wojciechowski, señala la "aparente" sencillez de la partitura de Minkus, pero matiza que "dado que la coreografía es muy difícil, requiere mucho esfuerzo ajustarlo todo". El maestro dirigirá a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, de la que afirma que "está trabajando muy bien a pesar del poco tiempo que hemos tenido".

Impregnada de un poderoso romanticismo, La Bayadére defiende la facultad del amor para vencer a la muerte. La historia, inspirada en un cuento hindú, narra el idilio en tre la bailarina del templo Nikia y el guerrero Solor, a los que les es vetada la felicidad después de que la hija del Rajah, Gamzatti, haya elegido al joven como marido. Nikia morirá por el veneno de una víbora, y su amado soñará con seguirla a través de El Reino de las Sombras. Los dioses se vengarán finalmente de la muerte de su sacerdotisa y facilitarán tras destruir el templo donde Nikia y Gamzatti iban a casarse que las almas de los enamorados se encuentren para siempre.

Además de La Bayadère, la programación del teatro dedicada a la danza continuará los días 17 y 24, esta vez con una mirada a una expresión más contemporánea gracias a las dos jornadas que promueve la Asociación de Profesionales y Compañías para el desarrollo de la Danza en Andalucía (PAD) en la sala Manuel García del coliseo. En esta cita, los bailarines Guillermo Weickert y Manuela Nogales presentarán sus trabajos Vertebración II. Ligera y Pequeñas melancolías.

La Bayadère. Teatro de la Maestranza. Desde hoy hasta el sábado a las 20:30. Quedan entradas entre los 25 y los 48 euros.