Inevitablemente espectacular y entretenida

The Flash | Crítica

Ezra Miller, en una imagen de 'The Flash'.
Ezra Miller, en una imagen de 'The Flash'. / D. S.

La ficha

*** 'The Flash'. Dirección: Andy Muschietti. Guion: Christina Hodson. Música:

Benjamin Wallfisch. Fotografía: Henry Braham. Intérpretes: Ezra Miller, Michael Keaton, Michael Shannon, Maribel Verdú, Ben Affleck.

Eso que se llama el Universo Extendido de DC (¡y tan extendido, incluso estirado!), respuesta al más poderoso y extenso Universo Cinematográfico Marvel, se celebra a sí mismo en esta película con esa mezcla de nostalgia y euforia, de compilación y encuentro, que reúne a personajes de los DC cómics (y hasta a sus intérpretes históricos en televisión y cine desde los años 50 hasta hoy) cuyos árboles genealógicos son más grandes y con más ramificaciones de una secuoya milenaria, lanzándolos hacia el pasado desde un presente que, generalmente, queda maltrecho tras tanto ir y venir.

El punto de arranque es que el superhéroe más rápido de DC viaja al pasado (no faltan los guiños, entre otras muchas películas, a Regreso al futuro) para remediar la tragedia del asesinato de su madre y la injusta condena de su padre, acusado del crimen. El multiverso, la metaficción, la autorreferencialidad y todo eso. Flash se desdobla en dos yo, aparecen Batman (o Batmans) y su fiel mayordomo, Supergirl, Superman y el general Zod, un villano de importación del Universo DC cuyo archienemigo era Superman en los tebeos y en las fundacionales Superman: la película de Donner y Superman II de Lester -origen del auge de las superproducciones de superhéroes allá por 1978 y 1980, en la era predigital- recuperado para el Universo Extendido del Universo Extendido de DC en El hombre de acero en 2013.

Ezra Miller encabeza un reparto lleno de grandes nombres que a veces son guiños para fans de películas de superhéroes -Michael Keaton, el renacido actor que fue el Batman de Burton allá por 1989 y ahora vuelve a serlo desdoblado en dos con Ben Affleck como nuevo Bruce Wayne-, el gran Jeremy Irons como el mayordomo Alfred (afortunadamente no lo enfrentan al original de la película de Burton, porque Michael Gough falleció en 2011, ni al Michael Caine de los Batman wagnerianos de Nolan: aunque el CGI ha permitido las resurrecciónes de los difuntos George Reeves y Christopher Reeves que interpretaron a Superman en la televisión de los años 50 y las citadas películas de Donner y Lester o la del también difunto Adam West que interpretó a Batman en la televisión de los años 60), Michael Shannon, nuestra Maribel Verdú o cameos de Nicolas Cage y George Clooney como Superman y Bruce Wayne. Porque esta celebración parece el final de una representación en la que todos, hasta los difuntos, salen al escenario a saludar.

La película parece una representación en la que todos, hasta los difuntos, salen al escenario a saludar

Dirige esta all star de superhéroes el argentino Andy Muschietti que debutó en el largometraje con la terrorífica y excelente Mamá para después venir a más (punto de vista producción) y a menos (punto de vista cinematográfico) con las dos entregas del It de King. Y triunfa. Porque hay tal acumulación de actores reales o reconstruidos vía CGI, de superhéroes hasta desdoblados extraídos de varias series de DC cómics y de dineros invertidos en la producción que la película es inevitablemente espectacular, entretenida pese a su larguísimo metraje, un festín para los fans y una clase magistral para los doctores en cómics.

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