Desde hacía 20 años España no contaba con un catálogo que recogiera los cómics publicados en nuestro país. En la actualidad, y gracias a la Asociación Cultural Tebeosfera, la historia del tebeo desde 1880 hasta 2012 ya está registrada y al alcance de todos en el Gran Catálogo de la Historieta, que hoy será presentado por su director, Manuel Barrero, en la librería Androito de Córdoba (calle Alcalde de la Cruz Ceballos, 2), a las 19:00.

La obra, que reúne en 816 páginas más de 15.000 colecciones registradas e incluye más de 200.000 tebeos, ha sido concebida por sus autores como una "base de datos" destinada a profesionales y estudiosos del género. Además, a través de un programa ligado a Tebeosfera.com se ha realizado un recuento "exacto" del número de tebeos en circulación y sellos existentes por año entre 1903 y 2012.

"La Asociación Tebeosfera se ha planteado este catálogo como una necesidad: hasta ahora no podíamos saber qué cómics habían existido si no hacíamos una investigación laboriosa", señala Barrero, investigador de la historieta en la Universidad de Sevilla.

El inicio de la elaboración de esta obra de consulta se remonta a 2007, cuando Barrero comenzó a desarrollarla en solitario. Pero el interés que despertó hizo que, por el camino, y ante la necesidad que había en el sector de contar con este texto, la cifra de colaboradores subiera a los 300.

Todos ellos, como apunta el director del catálogo, han trabajado por "amor al arte" y, pese a haber "buscado subvenciones", la obra se ha hecho sin ninguna ayuda económica oficial.

"Los tebeos en España no tienen una consideración cultural -afirma Barrero- como otras manifestaciones, y ha resultado muy dificultoso llegar hasta aquí. Había buena disposición por parte del Ministerio de Cultura y algunas bibliotecas, pero, en cuanto empezábamos a hablar de derechos de reproducción, todo se complicaba".

Eso sí, esperan que el libro sea el "primer paso" para fomentar el interés del Ministerio de Cultura, ya que en la actualidad existen algunas bibliotecas interesadas en tener un ejemplar en sus estanterías.

Pese a la crisis económica que afecta al sector cultural, ésta no ha sido la causante de la no obtención de subvenciones, sino, según Barrero, el hecho de "no haber contado con las autorizaciones de reproducción necesarias por parte de los autores o sus herederos".

"Podíamos haber tenido las autorizaciones, pero hubiera implicado un trabajo de meses de búsqueda que habría lastrado mucho todo el proceso", concreta.

El cuerpo principal del Gran catálogo de la Historieta está organizado en 28 capítulos, y las entradas de cada tebeo se ordenan de forma alfabética mediante un sistema de signaturas que posibilitan localizar de manera rápida cualquier título, fecha o editorial.

Precisamente, han sido las editoriales las otras grandes ausentes en esta obra. Para Barrero, uno de los principales motivos de este hecho se debe a que la mayoría de editoriales de cómic en España, debido a su pequeño tamaño, "no cuentan con un registro de publicación llevado al día".

"Nosotros sólo hemos trabajado con trabajos editados sobre el terreno, haciendo consultas sobre colecciones en posesión. Sólo hemos manejado las que podíamos ver", apunta. Por eso, hay alrededor de 20 títulos que no han sido incluidos en este tomo al no haber sido posible encontrarlos.

Pero también se ha dado el caso de otros cómics cuya búsqueda ha generado auténticos quebraderos de cabeza a los expertos. Es el caso de Dominguín, una publicación que salía los domingos y cuya primera edición data de 1915, y que hallaron a través de una red de coleccionistas.

No obstante, hubo otros cuya búsqueda fue infructuosa. "Las dos grandes fallas de nuestro catálogo han sido Tebeo y Pulgarcito, debido a la Guerra Civil", explica el experto.

El manual, que se puede adquirir a través de la web de la asociación, lleva en portada un dibujo de Francesc Capdevila, más conocido como Max, premio Nacional de Cómic, y cuenta con tres prólogos escritos por algunas de las figuras más importantes de la ilustración en España: Antonio Altarriba, José Martía Conget y Antoni Guiral.