La “inventiva” del extremeño Francisco Serrano conquista el Premio Tusquets
El autor narra en ‘El corazón revolucionario del mundo’ las contradicciones de una célula anticapitalista de los años 70.
Atardecer rojo en Arizona
Hace algo más de cinco años, justo antes de que la pandemia trastocara el mundo que conocíamos, Francisco Serrano (Guareña, Badajoz, 1982) se adentraba con la novela En la costa desaparecida en los territorios polvorientos del western, cautivado por la aureola romántica y la ambigüedad moral de los forajidos. Este autor que en su currículum se define como “extremeño y sentimental” y experto en “monstruos y naves espaciales” -antes de visitar el Oeste cultivaba la ciencia-ficción- cedía en este relato el protagonismo a la viuda del sheriff y actualizaba así un género eminentemente masculino. Qué ocurre, se preguntaba el novelista, si colocaba en el centro de la historia a una heroína que lucha por sobrevivir, con entidad en sí misma para no aparecer dentro del argumento como el interés amoroso de nadie y sin intención alguna de agachar la cabeza ante las imposiciones.
Serrano vuelve ahora con otro proyecto en el que una mujer “trata de hacerse con las riendas de su vida” en un contexto marcado por la violencia: Valeria, una joven que a finales de la década de los 70 se prepara para la acción en una célula anticapitalista y que vivirá finalmente “un proceso de recuperación de la autoestima” y una “liberación”. Una premisa con la que Serrano, enamorado de las pulp fictions y las aventuras lejos de los cánones, da el salto a la primera línea editorial: El corazón revolucionario del mundo se hizo este jueves en Barcelona con el XXI Premio Tusquets, dotado con 18.000 euros. Un jurado presidido por Antonio Orejudo reconoció a “un narrador de prodigiosa inventiva, con una sorprendente capacidad de sugerencia y a la vez de precisión, que domina, como pocos autores, la acción, la angustia y la sucesión de los episodios, que parecen abrirse camino en la bruma del pasado, con una mirada de extraña luminosidad que va más allá de la lógica de los acontecimientos”.
Orejudo defendió que “a veces se nos olvida que un escritor debe tener imaginación” y recordó que en el pasado “antes de las películas te advertían que lo que ibas a ver eran personajes ficticios y cualquier parecido con la realidad era una coincidencia, pero hoy lo que abunda es el letrero de basado en hechos reales”, lamentó el autor de Ventajas de viajar en tren, que identifica en Serrano la libertad y el placer de fabular sin la obligación de ser fiel a los acontecimientos. Además, el veterano añadió que había leído “como un alumno a un maestro” el texto de Serrano “en lo que se refiere a la construcción de personajes”.
Serrano explora en su obra "el extrañamiento, esta paradoja de querer salvar el mundo y para ello pasar al crimen" del idealismo revolucionario
El jurado, compuesto también por Bárbara Blasco, Eva Cosculluela, la ganadora de la anterior edición Corina Oproae y el editor Juan Cerezo, apuntó también otras virtudes de El corazón revolucionario del mundo: la fuerza de su estilo, el “imaginario un poco alucinado” en el que la protagonista se siente a veces como la primera mujer enviada al espacio, la exactitud con la que retrata “las contradicciones de alguien cegado por el carisma del líder”.
Serrano, por su parte, celebró como una suerte de validación haber conquistado el Premio Tusquets: “Cuando uno escribe desde la hibridación de géneros, cuando lo que te motiva es el terror y la ciencia-ficción, resulta inevitable preguntarte si lo que haces le va a interesar a alguien, si vas a alguna parte”, confesó el novelista, que admitió haber recibido la noticia del galardón “en un estado de ilusión o de alarma, quizás por mi personalidad”.
En su encuentro con la prensa, Serrano contó que le interesaba analizar a través de este grupo de terroristas, inspirados en la banda Baader-Meinhof o en Carlos El Chacal, “el extrañamiento, esta paradoja de querer salvar el mundo y para ello pasar al crimen. Era una situación extrema que me permitía explorar las relaciones humanas en un mundo cerrado y envenenado por la violencia”. La protagonista de El corazón revolucionario del mundo es hija de exiliados españoles, pero el narrador descartó pronto ambientar la trama en la España franquista, “bajar de los Pirineos. Eso me habría alejado de la idea original, porque me interesaba la internacionalización de esos grupos, que tenían una vocación global y estaban obsesionados con cuestiones como el panarabismo en Oriente Medio", dijo sobre una novela que transcurre entre Londres y Francia, que tiene a grandes como Thomas Pynchon y Don DeLillo como referentes y que llegará a las librerías, editada por Tusquets, el próximo 8 de octubre.
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