Justin Timberlake en Sevilla: abanicos cotizando al alza y delirio popero de los 90

Más de 16.000 asistentes se congregaron en la Plaza de España para disfrutar del único concierto que ofrece el artista en el país, dando comienzo a la quinta edición de Icónica Santalucía Sevilla Fest

Las mejores imágenes del concierto de Justin Timberlake en el Icónica Santalucía Sevilla Fest

Justin Timberlake inaugura por todo lo alto el Icónica Santalucía Sevilla Fest / Juan Carlos Muñoz

Allá por 2009, en el programa televisivo Fama a bailar –del que más de un adolescente de la época emuló coloridas estéticas pandilleras que daría pudor ponerse en la actualidad– dos concursantes –Marisa y Nito– llevaron a la pista la coreografía inolvidable de Cry me a river. Esos mismos adolescentes que copiaban las camisetas anchas con mangas cortadas y los pañuelos de estilo hip-hop de los concursantes –para dar una vuelta por el Nervión Plaza, ojo– no dudaron en aprenderse dicho baile con más arrojo que vergüenza. Recogieron el testigo invisible de los que hicieron lo propio con It’s Gonna Be Me y con Bye Bye Bye de Nsync una década antes. El nexo de unión entre ambas generaciones no es otro que, efectivamente, las carpetas forradas con la cara de un imberbe Justin Timberlake, con caracolillos rubios –oxigenados– y con una sonrisa blanca impoluta.

Nadie pone en duda que la añoranza por (re)vivir ciertos momentos que nos hicieron felices está sirviendo como reclamo para que los artistas hagan giras en las que desempolvan sus grandes éxitos y los remozan con nuevas composiciones. Evidentemente, el grueso de los asistentes quiere llegar al delirio con los temas añejos y aprovechan los nuevos para ir al baño o a la barra, que no está de más. Algo así pasó ayer con los más de 16.000 valientes que combatieron el sol abrasador de la primera ola de calor –con el parte meteorológico, por si nadie se había dado cuenta de la subida del mercurio, podría haber empezado esta crónica– para disfrutar del único concierto del príncipe del pop, Justin Randall Timberlake, en España. Una cita con la que quedó inaugurada la quinta edición de Icónica Santalucía Sevilla Fest.

Estrella del universo Disney, vocalista y uno de los rostros –más– visibles de la boyband Nsync, competencia directa de Backstreet Boys aunque ambas formaciones estuvieran ideadas por el mismo estafador. Un tipo que lo mismo vendía dirigibles que orquestaba batallas inexistentes entre chavales que buscaban hacerse hueco en la industria. Finamente, Timberlake consiguió mutar a solista-estrella del pop en el año 2002 gracias al álbum Justified. Tras numerosos Grammys, reconocimientos, giras y algún que otro episodio turbio a sus espaldas, en la Plaza de España no cabía un alfiler para verlo brillar en una oportunidad única.

Más de una década sin pisar España

Más de una década ha tardado en regresar a España y lo hace con la excusa de un nuevo disco bajo el brazo: Everything I Thought It Was, su sexto álbum de estudio. Un trabajo que ha recibido más críticas que elogios. Lo cierto es que esto importó poco ayer. Seamos francos. El público quería volver a experimentar ese gusanillo que sentía cuando el de Tennesse miraba seductor a la cámara con gorrito –vibes de El Barrio– ladeado.

Y no se hizo de rogar. Con puntualidad germánica apareció sobre el escenario. Gafitas del Sol, conjunto de pantalón corto y camiseta negra. Añadió al look una chaquetita beige, por si refresca. Aunque muchos artistas se guardan la baza de los grandes hits para levantar al público en mitad del recital, Timberlake mostró sus cartas nada más empezar con Mirrors y su inconfundible estribillo: “It’s like you’re my mirror / My mirror staring back at me” –“Es como si fueras mi espejo / Mi espejo mirándome”. Para enlazar rápidamente con Cry me a river –recuerdos a Marisa y Nito en este río de lágrimas– y meterse a la Plaza de España en el bote, que se introdujo sin anestesia en ese pasado noventero. Porque sí, la mayoría de asistentes superaba la treintena.

Las mejores imágenes del concierto de Justin Timberlake en ICÓNICA
Las mejores imágenes del concierto de Justin Timberlake en ICÓNICA / Juan Carlos Muñoz

Temas que trufó, como era de esperar, con canciones de su último álbum. Un disco que cuenta con una clara referencia en sus sonidos a esa etapa de Nsync, evidente en canciones como No Angels con la que continuó su show.

Lo cierto es que la superestrella hizo un repaso por sus grandes éxitos tratando de no dejar ninguno en el cajón. Dio al público lo que quería recibir: una buena dosis del Timberlake mozuelo con himnos como Love Stoned. Bailecitos poperos y sacudidas de cadenitas del protagonista de la velada incluidos. Porque la edad, damas y caballeros, es un número.

Guitarra acústica en mano entonó una versión de Like I love you -del grupo de rock alternativo N.E.R.D- junto a uno de sus coristas con estética parecida a la de Pharrell Williams. Enlazó con My Love y desató la locura en Sexy Ladies.

"Vamos a bailar, a cantar y a enamorarnos esta noche"

“¿Como estás? Hola, hola. Oh, la, la”. Primeras -emotivas- declaraciones sobre el escenario. “¿Cómo se siente España esta noche?”, manifestó ya en inglés. Después de preguntar a los diferentes bandos de la Plaza cómo estaban -lado izquierdo, derecho, delante, atrás- invitó al público sevillano a cantar el feliz cumpleaños de Joana. Una de las fans que sujetaba con decisión una pancarta en las primeras filas. Las hay suertudas y luego, el resto.

Vamos a bailar, a cantar y a enamorarnos esta noche”, animó un Justin entregado a la causa antes de cantar Sexy Ladies y Play. Sin descanso, se puso a los teclados para interpretar Señorita y Summer Love.

Mientras los abanicos cotizaban al alza en la Plaza, el de Tennesse, sin quitarse la chaqueta beige, se lanzó con Rock your body. La canción no deja lugar a dudas y el baile estaba servido pero, sin duda, puso a mover las caderas al público con Can’t stop the feeling. A bailar o a grabar con el móvil. Tanto monta, monta tanto. Que no todos los días está uno a metros del heredero de Michael Jackson.

"Gracias por hacer realidad los sueños del chico de Tennesse"

Y claro, se acercaba el momento baladón con un versión en acústico de Selfish, tema incluido en su último disco. Quizás por este motivo, cuando pidió al público cantar casi nadie supo seguirle la letra. “Hacia mucho tiempo que no daba un show en España, pero aquí estamos. Para los que es vuestra primera vez, bienvenidos a la fiesta. Para los que me han seguido década tras década, gracias por hacer realidad los sueños del chico de Tennesse”, confesó el intérprete.

Las mejores imágenes del concierto de Justin Timberlake en ICÓNICA
Las mejores imágenes del concierto de Justin Timberlake en ICÓNICA / Juan Carlos Muñoz

Con la misma velocidad que los Ferrari que han circulado esta semana por nuestras calles, el artista enlazó What Goes Around -“esta sé que os encanta”-, con Holy Grail -bandera de España como capa- y con TKO.

Encaramos la recta final con un dj que prometía “volver al pasado” mientras hacía sonar la bocina al estilo cachorrito de la Feria. Desató la locura con pasmosa facilidad con Ayo Technology de Milow, siguió con ritmos latinos propios de Give It to Me de Timbaland y con el pop de la gran diva Madonna y su 4 minutes. Mirada seductora de Timberlake a la cámara para conducir hacia Let the groove con trompetas, saxofones, trombos y baterías sonando como si no hubiera un mañana. Por fin, chaqueta fuera para afrontar -en clave de hip-hop- Sexy Back.

Las mejores imágenes del concierto de Justin Timberlake en ICÓNICA
Las mejores imágenes del concierto de Justin Timberlake en ICÓNICA / Juan Carlos Muñoz

Mención aparte merece la banda que acompañó al artista sobre el escenario -compuesta por nada menos que nueve músicos y cuatro coristas- y que combinó sus sones con la producción del dj que tuvo gran protagonismo en el tramo final. Toda una fiesta que tuvo como colofón Until the end of time a piano. Baladita con toques de r&b para cerrar.

Lo cierto es que la sensación fue agridulce al finalizar el concierto. El artista vino, soltó su recital, conquistó la Plaza y se fue. Sin hacer un especial intento de conectar con el público. Eso sí, los asistentes se fueron contentos, que es lo importante. Porque Justin Timberlake, como el Cometa Halley -no el de Love of Lesbian, que vienen el 27 de junio- pasa una vez cada 20 años.

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