El Teatro Central ha puesto el cartel de entradas agotadas para el espectáculo Ladies Football Club, que trae los próximos días 14 y 15 de abril Sergio Peris-Mencheta con la Compañía Barco Pirata.

Peris-Mencheta rescata en este musical la historia olvidada de las pioneras del fútbol femenino, mujeres sufragistas que conocieron la gloria y fueron apartadas del deporte tras la I Guerra Mundial.

El actor y director lleva al Teatro Central su adaptación de la obra homónima del dramaturgo italliano Stefano Massini. Peris-Mencheta leyó Ladies Football Club en 2020 y tuvo un flechazo inmediato: “Me gusta mucho Massini porque sus textos son una suerte de poemas en prosa por los que me siento atrapado y simultáneamente libre a la hora de reinterpretarlos, son como baladas, monólogos en verso libre”, comenta el director, que se ha documentado profundamente sobre la época por la que transita la obra.

El fenómeno del fútbol femenino nace en Inglaterra, durante los años de la I Guerra Mundial. Equipos que se convirtieron en legendarios, formados por las trabajadoras de las fábricas textiles o de municiones, y que en poco tiempo lograron un enorme afecto y atención del público, provocando la hostilidad por parte de las instituciones masculinas del fútbol.

Terminada la guerra, muchos de estos equipos fueron obligados a disolverse por ley tras unos años de éxitos increíbles. Con el regreso de los hombres del frente, las trabajadoras perdieron sus puestos en las fábricas con el pretexto de que afectaba a su fertilidad y volvieron a casa. Esta es la historia de esas mujeres.

El elenco del montaje lo componen entre otras Noemi Arribas, Xenia Reguant/Silvia Abascal, Ana Rayo, Maria Pascual y Nur Levi, que protagonizan este espectáculo de dos horas y media y que incluye más de media hora de música.

Peris-Mencheta ha convertido lo que en origen es un monólogo en una obra interpretada por 11 actrices, las mismas que se meten en la piel de las 11 protagonistas y munitionettes, como se conocía a las mujeres que, durante los primeros años de la Primera Guerra Mundial, trabajaban en las fábricas de municiones para fabricar armamento cuando los hombres estaban en el frente.