El misticismo de Anton Bruckner
Organista en el monasterio de San Florián (donde está enterrado) y en la catedral de Linz, Bruckner fue básicamente un compositor de música religiosa, con la que impregna incluso sus sinfonías. Sus motetes y sus misas parecen cada vez más apreciados, y aquí el formidable SWR Vokalensemble deja de ellos una muestra señera, con la Misa en mi menor en su versión de 1882 (para ocho voces y conjunto de vientos), seis motetes a cappella y el Afferentur regi, que incluye tres trombones acompañantes. Creed demuestra ser uno de los grandes maestros de coro de nuestro tiempo.
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