Muere José María Mellado-Damas, el alma de la mítica Casa Damas
Cuantos amen la música en Sevilla tienen contraída una deuda impagable con este gestor cultural que vendió discos y promovió conciertos con amor y sabiduría

Cuantos amen la música en Sevilla tienen contraída una deuda impagable con José María Mellado-Damas Díaz, fallecido –y mira que me duele escribirlo– este miércoles. Una deuda que se remonta a la histórica Casa Damas de calle Sierpes y a la moderna Casa Damas que él y Carmen, su compañera de vida, gestionaron en la calle Asunción. José María vendía música, partituras, instrumentos, discos y los más modernos equipos de reproducción como un buen librero vende libros. Con pasión, con amor, con sabiduría, sabiendo aconsejar y, al hacerlo, descubriendo obras, autores, intérpretes y grabaciones de jazz, de música clásica, de chanson o de flamenco a quienes amaban la música tanto como él, aunque con menor conocimiento. Como sucede en las buenas librerías, la visita a Casa Damas se convertía en una tertulia sobre música que, en la trastienda de su local de Asunción, también galería de pintura, inspiró importantes proyectos culturales.
El paso de José María a la dirección del Área de Música de la Fundación Luis Cernuda de la Diputación de Sevilla que dirigió Jesús Cantero –quizás el mejor colectivo cultural que ha tenido la ciudad tras la Obra Cultural de la Caja de Ahorros de Manuel Rodríguez Buzón– le dio la ocasión de desarrollar proyectos de primerísimo orden en la provincia y la capital. Esta es la segunda parte de la deuda que Sevilla tiene contraída con él: el Festival de Jazz, el Son Cubano y el Flamenco, el Festival de Itálica o los Encuentros Internacionales de Música de Cine que codirigimos en los mejores catorce años de mi vida profesional que, en gran medida, lo fueron por compartirlos con él.
Quien diría hoy que gracias al colectivo Jazz Freeway, con Miguel Ángel González y Antonio Lora al frente, a quienes desde 1985 se unió José María al patrocinarlo la fundación Luis Cernuda, actuaron en Sevilla Stéphane Grappelli, Art Blakey, Gerry Mulligan, Carmen McRae, Gato Barbieri, Sarah Vaughan, Miles Davis, Ornette Coleman o Nina Simone. Quién diría hoy que, codo con codo, José María y yo trajimos a Sevilla a Ennio Morricone, Antón García Abril, Maurice Jarre, Carmelo Bernaola, Jerry Goldsmith, Alberto Iglesias, Elmer Bernstein, Alex North o Howard Shore. Solo son dos ejemplos entre los muchos que pueden ponerse de lo que Sevilla debe a José María Mellado-Damas Díaz, mi tan alegre, vital, sevillanamente ingenioso y querido compañero de trabajo y amigo.
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