Exposiciones

Así es la nueva temporada del Caixafórum Sevilla

  • La muestra 'Faraón. Rey de Egipto', realizada en colaboración con el Museo Británico, abrirá el nuevo curso del centro el 27 de septiembre

  • 'El espíritu de Montmartre en los tiempos' de Toulouse-Lautrec será otro hito de una programación que también traerá a Sevilla el nuevo proyecto de Cristina García Rodero

Moisés Roiz, Isabel Salgado y Elisa Durán, este martes en el Caixafórum ante el nuevo panel de exposiciones.

Moisés Roiz, Isabel Salgado y Elisa Durán, este martes en el Caixafórum ante el nuevo panel de exposiciones. / Belén Vargas

La nueva temporada del Caixafórum Sevilla ofrecerá una programación "variada y a la altura del interés del público", lo que significa que comprenderá un amplio abanico que incluirá desde una incursión en el mundo de la Antigüedad vía Egipto ancestral, civilización que sigue echando a volar la imaginación de los espectadores, hasta las calles y plazas del París bohemio de entresiglos, pasando por expresiones más contemporáneas como la fotografía o, como es costumbre en la institución, una muestra de divulgación científica centrada, en este caso, en la exploración del cerebro humano mediante la explicación del surgimiento y el desarrollo del lenguaje.

La primera exposición será "una entrada por la puerta grande", como ha señalado Isabel Salgado, directora de Exposiciones de la Fundación La Caixa, en la presentación de la temporada del centro de la Cartuja, en un acto al que han asistido Elisa Durán, directora general adjunta de dicha fundación, y Moisés Roiz, director del Caixafórum sevillano, entre otros cargos de la entidad. Se refería Salgado a la muestra Faraón. Rey de Egipto, que tras su aclamado paso por Madrid (fue, con diferencia, la más visitada del centro en la temporada pasada) se verá en Sevilla desde el próximo 27 de septiembre hasta el 12 de enero de 2020.

Realizada en colaboración con el Museo Británico (en la que supone la segunda colaboración entre dicha institución londinense y La Caixa, tras La competición en la Antigua Grecia, que pudo verse en Sevilla en el año 2018), Faraón. Rey de Egipto abordará un "elemento central" y particularmente "icónico" de la milenario imperio egipcio, cuya capacidad de seducción entre amplísimas audiencias continúa sin visos de agotamiento tantos siglos después: sus soberanos absolutos, dioses en la Tierra en aquel entonces, poseedores de todos los poderes concebibles, desde "el mantenimiento del orden cósmico" hasta las más prosaicas y burocráticas labores relacionadas con la administración de sus dominios. La muestra reunirá para ello alredededor de 140 piezas, desde bustos de gran tamaño a relieves que formaron parte de templos, pasando por exquisitos trabajos de orfebrería, armas o pinturas en relieve, con la intención de extraer de tales objetos nuevas historias susurradas sobre aquella civilización para mantener, todavía hoy, activa esta remotísima fascinación.

Explorando la colección propia

La segunda cita expositiva será de naturaleza muy distinta y se basará en la importante colección de arte contemporáneo que desde hace más de 30 años viene moldeando la Fundación La Caixa. Bajo el título Poéticas de la emoción, lo que se ofrecerá en esta ocasión al visitante, del 28 de noviembre al 29 de marzo del año próximo, será "un recorrido histórico por la representación de las emociones" en las expresiones artísticas. 

Además de mostrar y mantener en circulación esa colección propia, uno de los objetivos fundamentales de esta exposición de comisariada por Érika Goyarrola, ha explicado Isabel Salgado este mediodía en el Caixafórum, es "demostrar que el arte contemporáneo también nos conmueve"; y de paso, cabría recordar, poner de manifiesto que también la creación más pegada al presente, pese al éxito de tantísimos clichés denigratorios al respecto, está enraizada en una tradición que se remonta siglos y siglos atrás.

La muestra, para ello, reunirá obras de artistas como Bill Viola, Joan Miró, Manuel Miralles, Shirin Neshat, Esther Ferrer o Colita, para a continuación ponerlas a dialogar con piezas de épocas y corrientes históricas como el románico o el Barroco. Y por poca atención que se preste, el resultado de esta mezcla heterogénea en la forma pero no tanto en el fondo será una mejor apreciación de las "similitudes que han pervivido a lo largo de distintos géneros y periodos" más allá de la implacable carrera del tiempo.

Tal diálogo tendrá un eco de unos 700 años (los que median entre la obra más antigua y la más reciente) y se articulará en tres apartados, dedicados respectivamente a los procesos elementales de identificación con los sentimientos inherentes al ser humano, la transferencia de las emociones al género del paisaje y a una serie de construcciones culturales en la que se encuentra por ejemplo la arquitectura, y la compleja dimensión de los sentimientos colectivos, desde las fiestas y celebraciones populares hasta los movimientos sociales y políticos.

El París soñado

La siguiente cita, al igual que la inaugural, volverá a transportar al espectador a un espacio que no sólo es "histórico y geográfico" sino también, "por qué no decirlo", como ha apuntado Isabel Salgado, "mitológico". Porque aquel París del último tramo del siglo XIX y albores del XX, aquella concentración de cabarets, teatros de sombras, circos y cafés llenos de el humo, griterío y agitación nocturna, aquello, sin duda, existió. Pero si pervive aquel gigantesco escenario que tuvo su epicentro en Montmartre, barrio marginal y de mala fama antes de comenzar a ser tomado por artistas de toda condición a partir de la década de 1880, es precisamente por el poder de la pintura, de la literatura, de la música, más tarde del cine...

Debido a la gran cantidad de prestadores, el montaje de la exposición, titulada El espíritu de Montmarte en los tiempos de Toulouse-Lautrec, ha sido "complejo": cuatro años, han reconocido los responsables de La Caixa, les ha llevado levantar esta muesta. Que está llamada, por lo demás, a ser uno de los grandes hitos de la inminente temporada. Se verá del 13 de febrero de 2020 al 31 de mayo del mismo año y propondrá una "museografía excepcional", ya que la gran aspiración de la exposición es hacer sentir al visitante que "pasea por esas calles y esas plazas", ofrecer una suerte de recorrido virtual, tecnología mediante, por aquel París bullicioso que grabó a fuego en la imaginación de todo el mundo la imagen de la legendaria bohemia.

Pero la muestra será más que un ambiente, claro. Las piezas que se han reunido para la ocasión pertenecen a Toulouse-Lautrec, pintor paradigmático de aquellos tiempos y nombre central en esta exposición, aunque habrá muchos otros artistas, todos ellos con el denominador común de haber trabajado en el Montmartre del cambio de siglo: los pintores Paul Signac, Pierre Bonnard y Henri-Gabriel Ibels, los escritores Émile Goudeu, Alphonse Allais y Alfred Jarry, el compositor Erik Satie, los cantantes Aristide Bruant e Yvette Guilbert o las bailarinas Jane Avril y Loïe Fuller. 

García Rodero en la India

Cristina García Rodero protagonizará la cuarta exposición del nuevo curso, del 23 de abril al 20 de agosto de 2020. La gran fotógrafa española, que gracias a proyectos como su España oculta se convirtió hace mucho en una figura ineludible para entender cómo la cámara fotográfica puede a la vez dar testimonio fiel de la realidad y convertirla en arte duradero, presentará Tierra de sueños. Se trata de un encargo que le hizo La Caixa, el cual consistió en desplazarse durante una temporada a la ciudad india de Anantapur para documentar el decisivo papel de las mujeres en el seno de las comunidades rurales de la zona.

La fotógrafa visitó en 2015 hospitales, escuelas, talleres, casas de acogida, donde encontró a no pocas mujeres olvidadas y castigadas por la vida, pero para no mostrar tan sólo la realidad de las víctimas, y para ofrecer una mirada más amplia, en la que caben "la alegría y el sufrimiento", también retrató a muchas otras que, agrupadas en cooperativas, consiguieron dotar de asistencia sanitaria a sus comunidades o implantar sistemas de suministro de agua potable.

De aquella experiencia se volvió García Rodero a España con unas 8.000 fotografías. La exposición muestra una selección de ellas, además con gran colorido, lo que no es habitual en esta fotógrafa famosa por su portentoso blanco y negro y en cuya obra suelen confundirse, como en este nuevo proyecto que se verá en el Caixafórum sevillano, "el pasado con el presente, lo natural con lo sobrenatural y lo fantástico".

¿Por qué hablamos?

La última muestra de la temporada dará buena cuenta del interés por la divulgación científica que es ya marca de la casa Caixafórum. Talking Brains. Programados para hablar, del 30 de junio al 25 de octubre de 2020, ahondará en una de las capacidades intrínsecamente humanas: la capacidad lingüística. ¿En qué momento surgió? ¿Cómo se desarrolló, ampliando en dicho proceso, el alcance intelectual del ser humano? La exposición tratará de aclarar estas cuestiones nucleares y, en el fondo, casi misteriosas mediante un "recorrido interactivo" por el cerebro y por aspectos científicos que tienen que ver con la biología o la neurociencia.

"Somos lenguaje, somos narradores, eso es lo que nos diferencia de otros animales", ha recordado Isabel Salgado antes de asegurar que ésta será, de hecho, "la primera exposición del mundo que se dedica a la relación entre el lenguaje y el cerebro". Planteada como una "experiencia inmersiva", la muestra permitirá al visitante, por ejemplo, acceder a una instalación donde podrá escuchar los sonidos que escucha un feto; comprender qué pasa dentro de nuestra cabeza, qué mecanismos se activan y de qué forma lo hacen en el imperceptible instante que pasa desde que vemos o escuchamos algo hasta que lo procesa el cerebro; o sorprenderse con la manera en que condiciona el llanto de un bebé el hecho de que su madre hable este u otro idioma. 

 

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