En el debate sobre el sostenimiento de las orquestas públicas iniciado por la Junta de Andalucía, la institución más directamente señalada desde el principio por parte del consejero de Educación, Cultura y Deporte ha sido la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS). Tanto es así que no han sido pocas las ocasiones en las que Luciano Alonso ha aludido al sueldo del director de la misma, Pedro Halffter, y a su falta de consonancia en estos tiempos de llamadas a la austeridad.

En la comisión de Educación, Cultura y Deporte celebrada ayer en el Parlamento de Andalucía, Alonso recordó el dato y reiteró una vez más su desaprobación del coste que la labor del también director artístico del Teatro de la Maestranza representa para las arcas públicas andaluzas. "Siempre me explican cuestiones técnicas acerca de lo que percibe el maestro Halffter. Que si son dos contratos mercantiles distintos; que las direcciones de las obras, tanto los conciertos como las ópera, se cobran aparte... Todo me parece muy bien, pero percibir de ambos organismos públicos más de 250.000 euros anuales, sea por los conceptos que sea, no me parece aceptable y quiebra el criterio de sostenibilidad de las orquesta que vengo defendiendo", manifestó. Y añadió: "No podemos seguir exigiendo austeridad a los profesionales, austeridad en las producciones y los medios y luego abonar estas cantidades".

Concretamente sobre los términos del contrato de Halftter como máximo responsable artístico de una de las orquestas más destacadas de España, el consejero explicó que el director madrileño "simultanea mediante dos contratos distintos" la gestión de la Sinfónica con la dirección artística del teatro del Paseo Colón "desde hace 10 años", que "ahora se cumple su contrato y que, además, no permite prórroga". Por ello, Alonso anunció que el próximo 5 de mayo se reunirá con la comisión de expertos de las instituciones que protegen a la ROSS para "hacer la convocatoria y el proceso de selección del nuevo director".

Sobre la labor desempeñada por Halffter desde su llegada al cargo, Alonso opinó que "diez años es un período muy amplio para una dirección artística, muy suficiente para exprimir musicalmente un proyecto". "Y la renovación, los nuevos tiempos, nuevos estilos, nuevas obras, siempre son un aliciente para el público y los músicos", deslizó a continuación antes de recordar que éste ha sido el procedimiento empleado para la renovación de las direcciones artísticas de la Orquesta de Córdoba y de la Orquesta Filarmónica de Málaga así como con las gerencias de Córdoba y la Orquesta Ciudad de Granada. Fuentes cercanas al director reconocían ayer que Halffter quiere continuar con su proyecto artístico y no descarta presentarse al concurso público.

En su intervención en el Parlamento, Alonso explicó que en este proceso de reorganización de las orquestas públicas andaluzas y de un nuevo modelo de gestión "busca una mayor transparencia y participación", y además defiende una "racionalización de los gastos", "el aumento del ingresos por taquillas y patrocinios" y la "extensión de las orquestas a otras ciudades andaluzas", dijo. Sobre esta última idea, el consejero adelantó su intención de que las orquestas "actúen en ciudades medias" para aprovechar "los espacios escénicos" y para que "la música clásica llegue a todas las provincias" andaluzas y -añadió- "a aquellas personas no sólo alejadas del disfrute de esta música geográficamente, sino también económicamente".

Alonso recordó que la Junta dedica a las cuatro orquestas un total de 6,4 millones de euros, cifra que comparó con los 5 millones que destina al funcionamiento de todos los museos andaluces. Aunque en su etapa ha bajado el presupuesto a estos conjuntos musicales, reconoció en positivo que los ayuntamientos de Sevilla, Málaga y Córdoba hayan mantenido la cuantía de sus aportaciones en 2013, "lo que no hizo en cambio Granada".

Sobre este nuevo plan para las orquestas, el portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Cultura, Antonio Garrido, señaló que la Junta "ha mantenido un modelo pro-orquestas" que "ahora no" respalda y añadió que "el micromecenazgo puede contribuir, pero no es la solución", en relación a la confianza que deposita la Consejería de Cultura en las aportaciones privadas.