Al otro barrio | Crítica
No soy racista, tengo un amigo negro
Con el mundo del cine y la televisión dándoles la espalda por completo, los Globos de Oro celebraron este domingo su edición más triste e irrelevante con un evento sin estrellas de Hollywood ni retransmisión televisiva que coronó a El poder del perro y la nueva West Side Story.
En un año normal, las crónicas de los Globos de Oro repasarían las sorpresas del palmarés, comentarían los looks más destacados de la alfombra roja y destacarían los discursos más llamativos o emocionantes de las figuras de Hollywood.
Pero nada ha sido normal este año para los galardones de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA).
Enredados en numerosas acusaciones de falta de diversidad y corrupción contra la HFPA y bajo la sombra del boicot de la industria de la pequeña y la gran pantalla, los Globos de Oro se celebraron en el hotel Beverly Hilton de Ángeles (EE.UU.) con un pequeño evento privado a puerta cerrada, sin gala televisada, sin alfombra roja, sin estrellas de Hollywood y sin prensa acreditada.
Solo un puñado de miembros de la HFPA e invitados de sus programas sociales acudieron a la conocida tradicionalmente como "la antesala de los Óscar".
Muy lejos del fascinante glamur de otras ediciones y sin un gran espectáculo televisivo para descorchar la temporada de premios de Hollywood, los ganadores de estos atípicos y extravagantes Globos de Oro se desvelaron en directo en las redes sociales de la HFPA y en un comunicado de prensa cuando terminó el acto.
Al margen de polémicas, dos películas fueron las grandes vencedoras de estos Globos de Oro: el wéstern de Netflix El poder del perro y la nueva mirada a West Side Story de Steven Spielberg.
El poder del perro se llevó tres galardones: mejor película dramática, mejor dirección para la cineasta Jane Campion y mejor actor de reparto para Kodi Smit-McPhee.
Por su parte, el remake de West Side Story también hizo triplete con los premios a la mejor cinta de comedia o musical, mejor actriz para la hispana Rachel Zegler y mejor actriz de reparto para la también latina Ariana DeBose.
Will Smith derrotó a Javier Bardem (Ser los Ricardos) como mejor actor de una cinta dramática por King Richard, pero al intérprete español le quedó el consuelo de ver que Nicole Kidman, su compañera en Ser los Ricardos, ganó el Globo de Oro a la mejor actriz dramática.
Por otro lado, Andrew Garfield obtuvo el premio al mejor actor de una película de comedia o musical por tick, tick...BOOM! del polifacético artista latino Lin-Manuel Miranda, una categoría en la que había sido nominado el hispano Anthony Ramos por In the Heights.
La cinta de Disney inspirada en Colombia Encanto ganó el Globo de Oro a la mejor película de animación y la japonesa Drive My Car de Ryûsuke Hamaguchi recibió el premio al mejor largometraje en una lengua diferente al inglés, una categoría en la que también estaba nominada Madres paralelas de Pedro Almodóvar.
Alberto Iglesias (Madres paralelas) y Germaine Franco (Encanto) eran las dos bazas hispanas en la categoría de mejor banda sonora, pero el premio fue al final para Hans Zimmer (Dune).
Por su parte, Kenneth Branagh ganó el premio al mejor guion por Belfast y Billie Eilish venció en la categoría de mejor canción por No Time to Die de la cinta homónima de James Bond, lo que dejó sin estatuilla al tema Dos oruguitas de Lin-Manuel Miranda para Encanto.
En cuanto a la televisión, Succession arrasó en los apartados dramáticos con tres estatuillas: mejor serie dramática, mejor actor (Jeremy Strong) y mejor actriz de reparto (Sarah Snook).
La hispana Michaela Jaé Rodriguez consiguió el Globo de Oro a la mejor actriz de una serie dramática por Pose.
Por su parte, Hacks se coronó como mejor serie de comedia o musical y su protagonista Jean Smart se llevó además el reconocimiento a la mejor actriz.
Uniendo las distinciones de Succession, Hacks y Pose, HBO/HBO Max pasó por encima de sus rivales en los premios de televisión al sumar seis estatuillas en total.
En otro sentido, Jason Sudeikis fue elegido como mejor actor de una serie de comedia o musical por Ted Lasso.
The Underground Railroad fue la vencedora en el apartado de mejor miniserie o película televisiva, un formato en el que Kate Winslet por Mare of Easttown y Michael Keaton por Dopesick se llevaron los premios de mejor actriz y mejor actor, respectivamente.
Por último, el gran fenómeno de El juego del calamar no se fue de vacío ya que O Yeong-su ganó el premio al mejor actor de reparto de una serie.
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