La ventana
Luis Carlos Peris
El Rey, en su rol de oasis
Las puertas del Teatro Alcázar Cofidis, en Madrid, se abrieron ayer más temprano de lo habitual para despedir a una de sus grandes actrices, ya que el deseo de Amparo Rivelles fue que se le diera el último adiós en el mismo escenario en el que vivió grandes éxitos.
Entre estos se encontraba la actriz Maribel Verdú, quien mostró su felicidad "por ver toda la gente que la quería, las demostraciones de amor y lo bonito y lo especial que ha sido todo. Debe estar muy contenta y muy feliz". Para la actriz, casada con Pedro Larrañaga (sobrino de Rivelles), se ha ido una de las más grandes. "Estará siempre en la historia del cine, el teatro y la televisión de este país, de México y de otros muchos", señaló y destacó que se trataba de una persona "de una generosidad extraordinaria, con un sentido del humor increíble hasta el último momento. La echaremos mucho de menos".
Al igual que Maribel Verdú fueron muchos los amigos de la actriz que hicieron hincapié en su simpatía y su sentido del humor. Una de ellas fue Pilar Bardem, quien destacó que "aparte de su grandeza como actriz, como persona era la mujer más graciosa del mundo. Tenía un ingenio y una capacidad para hacer bromas que los que la tratábamos la vamos a echar mucho de menos". Concha Velasco coincidió también en la gran pérdida de "una grandísima actriz que además era muy inteligente y muy divertida. Siempre veía el lado bueno de las cosas, incluso en los momentos más trágicos".
Natalia Figueroa, esposa del cantante Raphael, se despidió de "una de las más grandes que hemos tenido. Para nosotros, para mi casa, una amiga del alma, más que una amiga era familia".
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