Fórmula probada, aburrimiento garantizado

Una vez más es fácil imaginarse esa mesa creativa en la que ejecutivos, productores y guionistas dan con el “eureka” de la fórmula infalible para su película: “mezclemos la comedia familiar a lo Santiago Segura con el argumento multiplicado de un clásico de los 80 como Big y si ya lo han hecho antes en Francia (Le sens de la famille) tampoco pasa nada”.

Y aquí la tienen, justo a tiempo para aprovechar las defensas bajas de la temporada navideña, esta ¿Quién es quién? con bola de nieve mágica que hace intercambiar los cuerpos a los seis miembros de una familia ejemplar con sus pequeños problemillas domésticos, para intentar a duras penas desplegar el enredo y un puñado de gags de segunda mano en la suplantación de roles, actitudes y gestos, muchos gestos, y en aras de un básico mensaje sobre la empatía para niños de primaria.

Como en tantas otras ocasiones, la premisa se queda en una mera promesa incapaz de prosperar, desarrollarse o incomodar aunque sea un poquito en el desfase de edades, roles y géneros, siempre atada al humor blanco y la corrección política que se le piden hoy a la comedia para toda la familia con cartel en tonos azules y letras en amarillo. Si a todo ello le añadimos que está rodada con la habitual desgana del mero trámite y que salen Salva Reina y Carlos Iglesias, la depresión está garantizada.