Literatura

La revista literaria: andaluza, actual, viva

Cubierta del número 6 de la revista 'Centauros'.

Cubierta del número 6 de la revista 'Centauros'. / DS

Hay páginas que imprimen una literatura antes de ser literatura. Antes de llegar a las novelas, a los poemarios, a los ensayos. Antes de alcanzar el premio que consagra o los manuales de las universidades. Hay una literatura previa a estas fases: la que se edita en las revistas literarias. En España tenemos ejemplos recientes –y andaluces-: Jot Down, Citas, Fin de Siglo, Litoral, Mediodía o Grecia. Por hacer un breve repaso de los últimos cien años.

Un valor de la revista literaria es su espacio propicio a la indagación, la investigación, la primicia, los autores aún desconocidos, lo heterogéneo. Cuántos nombres –después leídos, respetados- empezaron en las páginas de una revista. Con esa intención de reunir propuestas divergentes –al estándar de la calidad- trabajan en tres revistas andaluzas –y de cualquier sitio-: Calle del Aire, Centauros y Caracol nocturno. La primera, dirigida por Juan Bonilla, que toma el relevo de la que fundara el editor y poeta Abelardo Linares -junto con Fernando Ortiz- a finales de los años setenta del pasado siglo; la segunda, con el sello de Alejandro Bellido –reciente Premio de Poesía Rafael de Cózar-, Irene F. Romero y José Cuevas; la tercera, al cuidado de los poetas Laura Rodríguez y Alfredo F. Crespo. Cada una de estas publicaciones con su historia y con su contenido. Pero con un denominador común: la revista literaria es hoy día una tendencia, y su proyección tiene acogida, lectores.

La revista Centauros, joven aunque con la mirada puesta en la tradición, “en el arraigo”, en palabras de Alejandro Bellido, ha publicado nombres destacados y hoy día fundamentales, como Ben Clark o Ioana Gruia, junto con autores emergentes, como Lola Tórtola, Félix Moyano o Luis Bravo. Se trata de una publicación que busca “lo clásico pero actual, que sea algo vivo y que haya conocimiento detrás”, declara el poeta Alejandro Bellido. “Buscamos también una cohesión. Una interrelación entre los textos, temáticas y estilos. En el último número, por ejemplo, hicimos un especial de Carmen Jodra. Nos pusimos entonces a buscar autores que guardaran una relación con lo clásico, como es el caso de Aurora Luque”, añade el poeta y director de Centauros. Entre sus páginas se percibe ese criterio digamos orgánico, y ante todo “abierto”, en un proyecto que surgió en un podcast entre amigos, pero que hoy dialoga con una estirpe –una nómina extensa- que se abarca siglos.

También joven es la revista Caracol nocturno, una iniciativa que surgió en las aulas de Filología de la Universidad de Sevilla, en los años posteriores a la pandemia de 2020. Por aquel entonces, un grupo de alumnos decidió editar una publicación –cuidada, elegante- en cuyas páginas se recogiesen los diferentes debates e intereses que ocupaban las conversaciones, sobre literatura, sobre poesía, de estos estudiantes. Lo cuenta la poeta Laura Rodríguez –quien el pasado año publicó Anuncio en la editorial Ultramarinos-: “Caracol nocturno parte de las reuniones que hacíamos en el Aula de Cultura de Filología. Había un panorama de poetas jóvenes que estaban buscando su espacio. Entonces pensamos que podía ser una buena idea materializar nuestras charlas y poemas a través de una revista”.

El nombre de Caracol nocturno proviene de unas declaraciones del poeta cubano Lezama Lima. “El nombre de Caracol nocturno está muy influenciado por el Monográfico de Poesía Hispanoamericana. Uno de los autores que ahí vimos fue Lezama Lima. A Lezama Lima en una entrevista le preguntan qué es la poesía, y él responde que la poesía es un caracol nocturno en un rectángulo de agua. Refiriéndose a que es imposible categorizar la poesía a través de lo científico”. Una idea esta que vertebra una revista que acoge las principales tendencias de la poesía actual.

Laura Rodríguez nos plantea un retrato general de este panorama “rico, de muchas estéticas”. Señala la autora que hoy día “hay una tendencia muy fuerte al realismo, asociado a la militancia política. También leemos una estética más clásica, de poesía endecasilábica. Por otra parte, vemos poéticas vinculadas a la abstracción o a una exploración lingüística”. “Nosotros plasmamos las diferentes líneas que hay. Nuestro criterio se basa en la heterogeneidad”, asegura. El próximo número de Caracol nocturno está en imprenta, nos adelantan, y pronto en la calle.

La revista que sí acaba de llegar a las librerías es Calle del Aire –el número 6-, de la editorial Renacimiento. Poemas, narrativa, reseñas y artículos. Una revista que busca "barajar géneros, autores de varias generaciones, asuntos diversos, idiomas distintos". A propósito de su publicación conversamos con Abelardo Linares, editor y poeta, quien ha dado a conocer en este número un exhaustivo y crítico texto acerca de dos biografías sobre Chaves Nogales. Dos trabajos cuyos autores son el historiador Francisco Cánovas y la investigadora y estudiosa de la obra del periodista sevillano, María Isabel Cintas Guillén.

“Cuando leí el libro Manuel Chaves Nogales: Barbarie y civilización en el siglo XX, de Francisco Cánovas, pude comprobar que no aportaba realmente nada sustantivo al asunto Chaves Nogales, y tampoco señalaba o rectificaba las muchas deficiencias y equivocaciones de Andar y contar, la biografía de María Isabel Cintas que es, curiosamente, la fuente más socorrida a la hora de hablar de Manuel Chaves Nogales”, sostiene Abelardo Linares. Uno de estos errores, señala el editor de Renacimiento, es afirmar que Chaves Nogales, quien nació en la sevillana calle Dueñas, pudo encontrarse a principios del siglo XX con Juan Ramón Jiménez o con Antonio Machado, de quienes sabemos que vivieron por esta zona de la ciudad de Sevilla, pero en distintos años. En este sentido, recuerda el editor, que en 1900 ni Antonio Machado ni Juan Ramón Jiménez se encontraban en Sevilla y que ni siquiera se conocían por entonces personalmente. “Un reseñista llegó a decir que la biografía de Cánovas era la biografía definitiva de Chaves Nogales. A mi parecer exageró un poquito”, añade.

Abelardo Linares confiesa que “aún queda una tarea gigantesca para descubrir a Chaves” y que posee “más de mil artículos aún por publicar” del periodista. Además, declara que habrá segunda parte de su artículo acerca de las biografías de Francisco Cánovas y María Isabel Cintas. En el próximo número de la revista Calle del Aire.

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